OKINAWA

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Reconoció el aeropuerto de Naha porque era lo primero que pisaba cuando iba a visitar a su familia. Pero no quería preguntar, era más que obvio que el mánager y los chicos coordinaron una pequeña visita en su ciudad natal y que pueda visitar a su familia. Yena se había mantenido callada, porque seguro su padre se llevaría una enorme sorpresa cuando la vea llegar a casa.

Sin duda la sorpresa le agradaba, ya que sería la primera vez que los chicos conocían su casa, el hotel donde ella solía pasar sus tardes y le mostraría el sitio especial que tenía en la playa.

– ¿Cuántas acciones tienes? – pregunto Taehyun, que iba con ella en la misma camioneta.

– No te voy a decir – regaño Yena, para acomodar los audífonos con cable en sus oídos – Ya ríndete.

– Mas fácil, dimos que tan importante eres en las decisiones – menciono Yeonjun – Porque yo quiero regresar a ese hotel en Osaka.

Levanto un poco el antifaz que estaba usando para dormir y ver a los dos chicos que la miraban atentos.

– Lo diré más fácil, primero está mi padre, después vengo yo y tercero esta Sakura – explico – Kaori vendió las suyas y Mei hizo mismo y dono el dinero a un hospital en África.

– ¿Sakura noona y tu no deberían tener la misma cantidad? – pregunto Taehyun, intentando hacer un pequeño cuadro comparativo en su cabeza. Yena negó para sacarse el antifaz.

– No, porque Kaori antes de vender la suya me dio 2% de sus acciones y por eso tengo más que Sakura – ambos asintieron para seguir con la duda de que cantidad exacta tenía Yena – ¿Por qué estamos aquí?

– Creí que no te darías cuanta – menciono el mánager Noh que estacionaba la camioneta.

– ¿Llegamos? – pregunto Yeonjun.

– Si.

Yena solo miro extrañada como sus compañeros bajaban de la camioneta emocionados.

No era el hotel de su familia y ni mucho menos su hogar. Sintió un vacío enorme en su pecho para ver la entrada del cementerio y las tumbas familiares se hacía más presentes... Esta es la sorpresa...

– ¿Es este lugar?, ¿no? – pregunto el mánager principal.

Logre ver como Soobin, Beomgyu y Huening Kai bajaban con un ramo de amapolas y una bolsa de bocadillos. Ella no podía moverse, la última vez que planeo ir a visitar a su madre, le dio un ataque de pánico en el la florería y solo termino huyendo de su casa con la excusa de que su agenda se había reprogramado.

Ellos cinco habían coordinado que primero visitaran a la madre de Yena y después a su familia, para no generar un incómodo momento que Yena odiaba y poder pasar el corto tiempo que tenían con tranquilidad.

– ¿No vas a entrar? – le pregunto Yeonjun.

– Si... – murmuro para caminar despacio.

Ellos cinco la dejaron entrar primero, viendo cómo se tomaba toda la paciencia del mundo. Camino despacio entre las tumbas familiares, sabia el camino correcto y no era necesario buscar.

– Ustedes vayan yendo, yo iré a buscar una cubeta de agua para limpiar la tumba – informo el mánager.

Los cinco asintieron y siguieron a Yena, que parecía que tenía miedo. Jugaba nerviosa con el anillo que tenia de collar y trataba de regularizar su respiración.

Estaban listos para preguntar, cuando la japonesa menor se detuvo en una tumba de piedra que tenía escrito "Tumba de la familia Hirokawa" y un ramo de flores de amapolas marchitos, no muy lejos estaba el nombre de la progenitora con fecha de nacimiento y fecha de descenso. Yena solo se apresuró en hacer una reverencia de respeto que incluía que se arrodillada y la cabeza tocando las palmas de sus manos en el suelo. Ninguno dijo nada cuando ella empezó a llorar pidiendo disculpas por algo y solo dejaron que se desahogara.

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