Nochebuena
Las fiestas se le echaron encima y parecía que aquel año Jamie iba a tener mucho más movimiento del que recordaba haber tenido jamás.Lo más probable era que aquello tuviese que ver con el hecho de que tenía un trabajo fantástico, de que se había reconciliado con su familia y que tenía un novio que la tomaba en cuenta como persona. Probablemente él era de esos a los que no les gustan los regalos, pero Jamie quería encontrar algo realmente especial para él que no fuera comprado o que no costara un ojo de la cara. Alex podía permitirse lo que quisiera.
Jamie miró cuando se abrió la puerta de su despacho. El jersey negro de punto que llevaba combinaba a la perfección con sus botas y ella lo había acentuado con un cinturón rojo y unos pendientes navideños a juego. Sus leggings negros la mantenían abrigada pero sin perder el aspecto profesional.
Todo el personal tenía el día libre, les habían pedido que se pasaran por la oficina después de las dos para que recogieran su paga extra de navidad y para que Gina les diera sus regalos.Alex asomó la cabeza en el despacho, su sonrisa hizo que Jamie sintiera que se le encendía el calor desde el centro del alma.
–¿Y esa sonrisa enorme a qué se debe? –preguntó cuando su guapo y multimillonario jefe (que ahora era también el novio con el que vivía) entró cerrando la puerta detrás de él.
–Es que siento que tengo todos los motivos del mundo para sentirme agradecido.
La envolvió en un fuerte abrazo y le ofreció una sonrisa sexy
–.Especialmente por ti.
Jamie sonrió de oreja a oreja y lo abrazó con fuerza. El jersey gris pizarra que llevaba le quedaba perfecto y tenía un tacto maravilloso. Ella emitió un suave gemido mientras el deseo escalaba en su interior debido a la cercanía de Alex.
Los ojos de él se abrieron más y su sonrisa se volvió pícara.
–¿Ah, sí? ¿Mi gatita tiene ganas de mimos?
–Siempre pero...
Jamie se apartó de él y volvió la mirada hacia las seis mesas llenas de regalos que habían ido a comprar juntos.
–. Me parece que el momento sexy va a tener que esperar. Mi jefe es muy generoso con sus empleados.
–Especialmente en la cama.
La abrazó por detrás y le acarició el cuello con la nariz.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Jamie.
–¿En la cama? ¿Todo tu personal conoce tu naturaleza generosa en la cama?
Él se enderezó.
–¿Qué? No. Lo que quería decir es que... Me refiero a que...
Jamie se apartó de él y soltó una carcajada.
–Sé lo que querías decir, guapo mío. Te estoy tomando el pelo.
–Me gustaría que me tomaras el pelo y otras cosas... en el dormitorio.
Ahora era él quien se reía.
–. ¿Crees que tenemos regalos para todo el mundo?
Jamie cogió un reproductor de DVD y miró por encima del hombro. No pudo evitar sonreír cuando Alex ajustó su postura. Les bastaba con tocarse para que él se excitara.
–Creo que tenemos más que suficiente, Alex. Cada regalo de los que hay aquí cuesta al menos cien dólares. Y además va a ser muy divertido lo de dar regalos al azar. Ya me gustaría llevarme cualquiera de estas cosas.
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LA ASISTENTE PERSONAL
RomansaDe la autora, Lexy Timms, llega una novela romántica de multimillonarios que te hará perder la cabeza; te enamorarás como la primera vez. OJO ESTÁ NOVELA NO ES MÍA AÚN ASÍ APOLLALA POR FAVOR ** The Boss es el primer libro de la serie La Asistente P...