12. Tú debes ser Jimin

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Félix

—¿Qué mierda crees que estás haciendo? —Oigo a Seo en mi oído mientras comienzo a desvestirme.

Todos me miran. Me preocupo de agarrar la camisa justo donde está la cámara y el gruñido del jefe en mi oído me indica que no puede ver nada.

—Bien —prosigo—, puedes observar que no llevo nada debajo. Ahora si quieres dile a tu chico que pase esa máquina por mi ropa.

Afortunadamente a Jisung se le ocurrió que me taparan el hematoma por el golpe con el coche con maquillaje por si conocía a algún chico, gracias a eso mi cuerpo no luce como un saco de boxeo.

Alikhan no deja de mirarme y yo no aparto la vista. En estos momentos se ven más tatuajes que tela en mi cuerpo. El tipo con el detector se acerca y comienza a escanear. Tengo la cámara encerrada en mi puño, pero no sé si será suficiente como para evitar que ese trasto pite. Cuando va por la cintura, retrocedo un paso y pongo cara de indignación.

—Alikhan, ¿puedes decirle a tu chico que no me toque, por favor?

El jefe checheno se sorprende al saber que lo he reconocido. Si no llega a ser por Hyunjin no lo hubiera hecho, pero conozco su trayectoria, trabajé con un primo suyo hace unos años y no es alguien con quien quieras meterte. Minho me mira con la mano cerca de su arma. Yuto no parece entender qué ocurre.

—¿Cómo sabes quién soy? —pregunta con cautela y me quita la camisa de las manos.

— Вы не первый чеченец, с которым я работаю.

—Así que no soy el primer checheno con el que trabajas. —Toma mi camisa y me ayuda a ponermela—. ¿Alguien que conozca?

Le dejo que me ayude, observo como el tipo del detector se aleja hacia dónde está Heesung con los suyos. Primer obstáculo, superado.

—Muy bien, F —susurra Hyunjin en mi oído.

—Puede ser —le contesto a Alikhan.

El tipo me sonríe, pero sé que no se fía, esta gente nunca lo hace. Me saca más de una cabeza y debe estar más cerca de los cuarenta que de los treinta, pero debo reconocer que su pelo rubio y sus ojos verdes no pasan desapercibidos fácilmente. Aunque me gusta más el tono verde oliva de los ojos de Seo.

—Tuve el placer de probar el guiso de Zemfira —le explico, y lo entiende enseguida.

Zemfira es la mujer que crio a su primo, no quiero decir nombres, muy pocas personas lo saben, solo el entorno más cercano. Me sonríe y me tiende el brazo para que me agarre a él.  Lo hago, quiero que crea que necesito su protección. Llegamos junto a Heesung, sus hombres y las chicas y un chico. Mino y Yuto tras de mí. Con solo un vistazo a Minho sé que algo no está bien.

—Tú debes de ser Jimin. —Se acerca el baboso de Heesung.

Minho se interpone para que no llegue hasta mí.

—Está bien, nada de contacto —se ríe Heesung y levanta las manos en señal de rendición.

Puto cobarde.

—Aquí tienes a las chicas y al chico que me pediste. —Heesung señala a las mujeres atadas y amordazadas junto aquel chico.

Se ven jóvenes, bien vestidas, todas. Miro al chico amordazado, su cabello es pelirojo. Mierda, es pelirrojo, Yeonsu es rubio. Miro a Minho y asiente levemente, eso es lo que me quería decir. El no es Yeonsu. Al hacer la reunión un día antes nos dijeron que no hacía falta un sustituto, pensamos que eso era algo bueno, un problema menos. ¡Mierda!

BASTARDO || ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora