Félix
Una vez que termino de contarle todo a Changbin me quedo en silencio mirándolo. Estoy cansado y me cuesta mantenerme despierto, pero antes de dormir necesito saber qué piensa. Noto su mano sobre mi cara y limpia mis lágrimas, ni siquiera me había dado cuenta de que lloraba, posa un beso en mi nariz, otro en mi frente, en mi mejilla y finalmente en mi boca. Todo sin dejar de mirarme.—Lo siento —susurra contra mis labios—, siento no haber estado ahí.
Sonrío porque de verdad siente lo que dice.
—Ni siquiera sabías que existía.
—Preferí no saberlo, dada la posición de mi padre le salieron hijos a lo largo de su vida que solo querían su dinero. Se demostró en cada ocasión que no eran suyos, así que dejé de molestarme en conocer a esas personas. Quizás si me hubiera tomado la molestia esto no te habría pasado, las cosas hubieran sido diferentes, te hubiera conocido antes…
—Ya nos conocimos antes, recuerda que salve tu culo de preadolescente con siete años.
—No lo he olvidado ni un solo día de mi vida.
Y en sus ojos puedo ver que no miente.
—Lo que me has contado no cambia nada lo que siento por ti, Félix, incluso si me hubieras dicho que tuvieron una relación normal y que aún seguías enamorado de Doyoung. Verte caer de ese taburete es la peor experiencia que he tenido en mi vida, Lix, pensaba que te perdía, no podía vivir si te perdía sin haber luchado por ti antes.
Sus palabras susurradas son tan dulces que por un instante me dejo creérmelas y pensar que esto va a ser fácil.
—Félix, te amo.
Lo miro sorprendido.
—No sé cómo pasó, ni cuando, sin embargo, sé que no puedo vivir sin ti, sin tu sonrisa, sin tu mirada, sin tus besos… Hace mucho tiempo que ya no le tengo miedo a nada, pero tiemblo cada vez que te veo.
Quiero hablar, pero su confesión me ha dejado sin palabras, no imaginaba que pudiera decirme algo así.
—No hace falta que me digas que me quieres —continúa al ver que no digo nada—, tengo toda la vida para hacer que te enamores de mí.
Le sonrío y subo mi mano hasta dejarla apoyada en su mejilla. El cierra los ojos y disfruta el momento.
—No puedo decirte que te quiero… porque te amo.
Abre sus ojos de golpe y me mira. Creo que veo miedo en su mirada.
—Prométemelo.
Él sabe que nunca rompo mis promesas.
—Te prometo que cuando seamos tan viejos que no podamos sostener nuestras armas solos te diré: Te lo dije, eres el amor de mi vida.
Sonríe de una forma que no había visto nunca y que hace que me enamore un poco más de él, y me besa. Es dulce, tierno, me quiere demostrar lo que me acaba de decir y lo logra. Muerde mi labio, pasa su lengua por ellos y se desliza dentro de mi boca haciendo que gima. Su mano se pasea por mi brazo, hace que se me erice la piel al completo, mi cuerpo reacciona a su toque.
—Lix, vamos a parar, necesitas descansar.
—No —me pone pucheros—, quiero seguir.
Atrapa mis labios entre sus dientes y tira de ellos, parece que me voy a salir con la mía. Me giro para acercarme a él, pero el dolor de la herida hace que me quede sin aliento.
ESTÁS LEYENDO
BASTARDO || Changlix
ActionFélix ha vuelto a Seúl para el entierro de su abuela, allí nadie lo conoce, nadie sabe quién es. Su abuela se encargó de ocultarlo y adiestrarlo para ser como él asesino implacable que ella una vez fue. Esta obra es un adaptación todos los créditos...