BASTARDO || Changlix

Epílogo

Félix

—Y eso es todo lo que ha pasado en este tiempo, abuela —sonrío mientras toco la losa de su tumba.

—Seguimos juntos como nos pediste, abuela —continúa Minho—. Ya nos preparamos para la siguiente aventura.

—Respecto a eso, creo que no puedo ir a Europa a rescatar a Yeonsu.

Minho me mira confundido. La misma semana que todo acabó comenzamos a buscar al amigo de Sung, le prometimos ir a por él y siempre cumplo mis promesas, pero esta no voy a poder.

—No me jodas, F. ¿El idiota te ha convencido para que no vayas? Ni siquiera Jisung lo ha hecho y eso que lo que me hizo anoche…

Changbin lleva intentando convencerme desde entonces de que no lo haga y me he negado cada una de las veces que me lo ha pedido, y su lengua puede ser muy persuasiva en según qué sitios.

—El idiota está aquí y puede oírte —se queja Changbin que ahora me abraza desde atrás—. ¿De verdad no vas a ir, Lix?

Me giro en sus brazos para mirarlo y recuerdo la primera vez que lo vi, en este mismo cementerio. Ha pasado mucho desde entonces, pero esta vez no es la tristeza lo que me ha traído hasta aquí, junto a él y junto a Minho.

—Te amo, Changbin, como jamás hubiera pensado que podía. Creía que estaba roto, sin embargo, tú me has demostrado que el amor recompone los pedazos de alma.

Minho rueda los ojos y me río.

—A ti también te quiero —le tomo su mano sin salir de los brazos de Changbin — y ahora necesito que ambos sean la familia que sé que somos.

—No sé si te quiero tanto como para aguantar a este tipo. ¿De verdad lo vas a querer toda la vida? —se burla Minho.

—Eso espero, voy a necesitarlo ahora que una pequeña Jisoo o un pequeño Taeyong está en camino. También voy a necesitar al tío Minho…

Mis palabras los pillan desprevenidos. Se miran un segundo tratando de asimilar la información.

—¿De verdad? —pregunta Changbin.
Y yo asiento.

—Dios, Lix, te amo. —Me besa como si fuera la primera vez.

En un instante, lo beso y al siguiente, Minho me tiene en brazos y se aleja.

—¿Qué haces con mi esposo? —grita Changbin muy cabreado.

—Llevo a mi chico a comprar el primer juguete de mi sobrino o sobrina.

—Sobre mi cadáver. Mi hijo tendrá su primer juguete de su padre.

—Estoy de acuerdo sobre lo del cadáver, lo del hijo… no sé, creo que me gustaría una pequeña correteando, aunque tendría que comprarle un arma para ahuyentar tipos como tú. Ojalá salga a Lix. Eres muy feo, pobre niño. Deberías haber elegido mejor padre, F.

Empiezo a reír porque los amo a los dos, miro una última vez a la tumba de mi abuela y le doy las gracias por llevarme hasta dónde estoy.

El camino ha sido duro, pero ha merecido la pena cada lágrima derramada porque me ha permitido ser quién soy, me ha permitido elegir, y elijo ser el Bastardo.

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