ChangbinSi hay algo que me guste menos que venir a un entierro, es hacerlo un día como este. Ya no solo es porque seguramente acabemos empapados por la inminente lluvia que va a caer, sino porque tengo muchísimo trabajo que hacer como para perder el tiempo despidiendo a alguien que ya no está.
Llego al cementerio de los últimos, aun así, me han reservado un sitio en las primeras filas, junto a mis socios. Saludo y me acomodo al lado de la mujer de uno de ellos.-Buenos días, Kimbel.
-Buenos días, Changbin, veo que tú tampoco te has podido librar de esto.
Sonrío en respuesta, ella siempre es directa. Me acomodo a su lado y observo a mi alrededor. El lugar está apartado y muy bien decorado. Hay sillas puestas en fila frente a un atril con lazos negros cubriéndolas. Están casi todas llenas por gente de traje y mujeres con vestidos caros. Todos aquí conocíamos a la señora Lee, era una mujer entrañable a la que no le importaba decirte tus verdades a la cara, ojalá hubiera más personas como ella, me haría la vida mucho más fácil. El ataúd ya está colocado entre las sillas y el atril, espero que no se entretengan demasiado.
Miro hacia el cielo y veo las nubes negras sobre nosotros, los encargados del sepelio también las ven y corren unos toldos para dejarnos a todos a cubierto, salvo al cura que se está subiendo ya al atril. Parece que esto comienza.
-Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para darle el último adiós a nuestra querida Jisoo.
Creo que ya me he aburrido. Vuelvo a mirar a mi alrededor. Mis hombres y los de mis socios rodean todo el lugar. En este entierro nos hemos reunido las personas más importantes de Seúl, los que hacemos que este país funcione. Nadie podría imaginar que esta adorable anciana fuese a ser despedida por las familias de las mafias más significativas de Corea. No la conocía demasiado, pero oí historias sobre ella que harían temblar hasta al más valiente de mis muchachos.
Miro a cada uno de los aquí presentes, los conozco a todos. Desde los más importantes a los recién llegados. A todos menos a un hombre con gafas negras de sol y una gabardina que le llega a los talones. Está parado junto a los encargados del sepelio, llorando en silencio. Miro a uno de mis ayudantes y lo señalo con la cabeza lo más discreto que puedo. Quiero que averigüe quién es. El chico asiente y se retira lentamente para cumplir mis órdenes.
-Ahora pasaremos a las despedidas por parte de los familiares -dice el cura.
Jhonny se levanta y camina hacia el atril. Un tiempo atrás, lo llamé tío Jhonny, ya que su hermano me crio como mi propio padre, pero cuando este murió, él se encargó de dejarme claro que no éramos familia. Lamentó su decisión cuando se dio cuenta de que yo era el sucesor de su hermano en la línea de mando de la Organización y no él. De eso hace diez años. Ahora él sí que está a la cabeza la Organización, de una de ellas, y yo soy el que los dirige a todos en esta ciudad.
-Mi madre fue una mujer querida por todos -comienza diciendo Jhonny.
Después de esa frase me desconecto, he notado la vibración de mi teléfono, así que lo saco y leo la información que mi ayudante ha conseguido para mí sobre ese hombre.
Era él enfermero de la difunta señora Lee.
Levanto la cabeza y asiento para que sepa que ha hecho un buen trabajo. Seguro que es un buen chico que le tomo cariño a la mujer durante sus últimos días de vida. O quizás sea del tipo que espera recibir parte de la herencia por haberla cuidado. En cualquier caso, no creo que él debiera estar aquí, es peligroso.
Al terminar, Jhonny se baja orgulloso del discurso de mierda que seguro ha pronunciado. Hasta donde sé, hace años que no se hablaba con su madre.
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BASTARDO || Changlix
AzioneFélix ha vuelto a Seúl para el entierro de su abuela, allí nadie lo conoce, nadie sabe quién es. Su abuela se encargó de ocultarlo y adiestrarlo para ser como él asesino implacable que ella una vez fue. Esta obra es un adaptación todos los créditos...