BASTARDO || Changlix

17. Un pingüino

Changbin

Que se haya suspendido la reunión de primera hora me da algo de tiempo para hablar con Hyunjin. Ha descubierto algunas cosas que quiere comentarme sobre Félix, y yo ahora mismo no tengo cabeza para atender nada más que no sea esto.

—Jeongin le espera en el coche —dice el escolta joven que me abre la puerta de casa. Creo que se llama Yeonjun—, Hyunjin también está allí.

—Gracias.

Salgo y me monto en el coche como siempre, Jeongin conduce y Hyunjin está a mi lado con un portátil tecleando sin parar. Cuando salimos de la propiedad, Hyunjin gira la pantalla y dobla el portátil para hacer que quede como si fuera una tablet.—Mira. —Señala la pantalla.

Puedo ver la foto de dos niños pequeños agarrados de la mano. Deben tener unos seis y ocho o nueve años, él más joven sujeta en su mano contra su pecho un peluche y esconde su cara tras él.

—Estos son Kim Yongseok y Park Yongbok. Ambos hijos de Seokmin Park.

Lo miro un segundo, esos nombres me suenan, y caigo en la cuenta.

—Ese era el nombre de la madre de Félix antes de cambiar su apellido por el apellido de soltera de su madre.

Después de que Félix me dijera que no era su verdadero nombre Hyunjin indagó y descubrimos que no solo él había cambiado de nombre, su madre también lo hizo.

—Así es. Él más pequeño es Félix.

Miro detenidamente la foto y no hayo rastro del hombre en él que se ha convertido.

—¿Cómo es que tienen dos apellidos diferentes? —pregunta Jeongin desde la parte delantera.

—El mayor, Yongseok, fue reconocido por su padre biológico, un yonqui que murió de sobredosis antes de que Félix naciera. Yongbok lleva el apellido de su madre —explica Hyunjin.

Le quito el portátil de las manos y miro de nuevo la foto. Hay algo familiar en todo esto, pero no logro saber el qué.

—Esta foto fue tomada por los servicios sociales, Park Seokmin era una alcohólica reincidente que no cuidaba a sus hijos, una vecina alertó a la policía y los niños acabaron en el sistema.

Asiento con la cabeza intentando asimilar las cosas.

—Sabemos que Park Seokmin tuvo contacto con alguien de la familia Seo por aquella época, los abogados de la familia se encargaron del caso.

—¿Con quién habló? —pregunto curioso.

—No lo sabemos, los que llevaron el caso murieron o dicen no acordarse.

—Eso es raro —susurra Jeongin.

Y yo también lo creo.

—¿Cómo murió su hermano?

—Esto es lo que quería contarte. Murió en un incendio en la casa de acogida a la que lo trasladaron, lo iban a entregar a su madre al día siguiente. Todo apunta a que tu tío Jhonny tuvo algo que ver.

—¿Un incendio? —pregunto sabiendo que eso no es todo.

Hyunjin mueve el dedo por la pantalla y abre un archivo, es la foto de una portada de un periódico antiguo. Me pasa el portátil y leo la noticia, aunque no me hace falta, lo conozco perfectamente, es el incendio en la casa hogar donde estuvimos Jisung y yo de niños.

—No entiendo nada —le devuelvo el portátil—, esa noche solo murió él niño que nos ayudó a Sung y a mí.

Hago memoria para tratar de recordar el nombre.