BASTARDO || Changlix

9. Voy a divertirme un rato

Changbin

Veo a Jisung aparecer solo en el comedor y frunzo el ceño.

—No va a venir, se queda en la habitación —me contesta a una pregunta que no he formulado, me conoce bien.

—¿Se encuentra bien? Él me dijo que estaba bien.

—Sí, creo. —Su duda me preocupa—. Va a tomarse una pastilla, pero no lo he visto demasiado mal.

—¿De quién hablan? —pregunta Hyunjin, se sienta a la mesa frente a Jisung y junto a mí.

—Félix.

—¿Es cierto lo que dicen nuestros chicos? —Lo miro con una ceja levantada en señal de pregunta—. ¿Se lanzó contra un coche para proteger a una niña?

—Deberías de haberlo visto, Hyunjin, se tiró delante del coche sin dudarlo ni un instante, Minho me ha dicho antes que no es el golpe más fuerte que ha recibido —contesta Jisung con admiración.

Miro a Jisung que se queda callado un instante.

—¿Cuándo te ha dicho eso Minho?

Por cómo me mira sabe que lo he pillado. He estado en todo momento mientras Minho estaba presente, así que la única opción es que lo haya visto después de dejar a Félix en su habitación cuando debería estar haciendo la ronda.

—¿Y bien, Sung? —Lo instigo a que me conteste.

—No te enfades, estaba preocupado y pasó por la habitación un momento. No hagas un mundo de esto solo porque fue a ver a Félix —me susurra al final para que solo yo lo oiga.

Gruño, no me gusta que desatienda su puesto y, sobre todo, no me gusta que lo haga para ir a ver a Félix. No sé qué me pasa con él, algo primitivo me atrae de forma irremediable. Necesito saber qué hace en cada momento y verlo tirado en el asfalto esta tarde no ha hecho más que aumentar mi ansiedad.

—Avisa a Minho que hoy cena con nosotros —ladro a unos de mis guardias que sale a buscarlo.

—Parece que el jefe no está de humor —se burla Hyunjin y Jisung se ríe.

Minho aparece cuando el primer plato está servido y Jeongin se ha sentado a la mesa, el resto hace ronda o se ocupa de un asunto pendiente que espero resolver mañana.

—Toma asiento —le indico cuando veo que se queda de pie, mirándonos.

—Minho, siéntate a mi lado —le indica Jisung.

Minho mira vacilante.

—No pasa nada —continúa él—, siempre cenamos todos juntos.

Minho se acerca receloso con la situación. Reconozco que es inusual, pero no pienso que por ser el jefe sea mejor que ellos, al revés, ellos me guardan las espaldas, lo menos que puedo ofrecerles es cenar juntos.

—Soy Hyunjin. —Se presenta desde el otro lado mientras toma una patata frita.

—Me acuerdo de ti del día del entierro.

Hyunjin también, aun así, no lo dice, es demasiado bueno en su trabajo. Minho creo que tiene exceso de ego para su bien.

—Hablábamos de lo que ha hecho Félix hoy —dice Jisung para aliviar el momento.

—Mi chico es duro, más que un paragolpes.

«Mi chico», repito en mi cabeza. No me gusta que use ese término con él y hoy es la segunda vez que lo utiliza delante de mí. Gruño.