El Laberinto de los Caballeros 1

Capitulo especial ❤️

Las piernas le temblaban, tal vez por no saber cómo pisar tacones tan altos, o tal vez por los nervios. Lo más seguro es que fuera por ambas cosas.

El pasillo que bordeaba la rejilla era amplio, por lo que el asomarse para ver hacia abajo, donde estaban los espectadores y Lady Florence Glitter, requería de caminar ciertos metros. Por un lado le daba ansias el no poder visualizar el campo en el que se expondría, pero por otro se sentía bien el saber que tampoco la podían mirar de abajo hacia arriba.

Alguien se había encargado de transformar toda la mansión en un magnifico escenario, pues la iluminación se había apagado casi en su mayoría, a excepción de la parte central donde infinidades de pequeñas veladoras derrochaban luz dorada justo donde se encontraba ahora una pequeña plataforma rectangular en forma de "T" y detrás de esta, las escaleras.

Al llegar Irene a la cima, pudo ver que por debajo de ella, cinco escalones aproximadamente, había numerosas chicas de su edad, todas extremadamente elegantes portando vestidos en múltiples estilos y colores. Todas miraban hacia abajo, paradas con la espalda erguida y una mano en la cintura. En ningún momento ninguna de ellas miro hacia atrás, donde la joven amarteur había sido situada por Lord Patrick. Ella imito al resto de las doncellas colocándose una mano en la cintura, y aunque no las miraba de frente, suponía que probablemente todas llevaban una sonrisa en su rostro, por si acaso decidió sonreír lo más natural que pudo.

─Muy bien, te aseguro que tu esfuerzo será recompensado ─Exclamo Lord Patrick a sus espaldas. Enseguida paso por un lado de ella y rodeo al resto de las jóvenes hasta llegar al inicio de la escalera.

Todo estaba en completo silencio. La gente de Lady Florence al igual que ella, miraban y escuchaban en silencio.

Los sirvientes parados a ambos lados de la pasarela.

─Damas y caballeros, muy buenas noches tengan todos ustedes. Es un honor para mí, el ser elegido una vez más, por la dama aquí presente ─hizo una leve reverencia hacia Lady Florence Glitter ─ Para brindarle mis diseños. Es un enorme alago el que ustedes miembros de la realeza hayan venido hasta mi humilde hogar. Muchísimas gracias por haberme escogido a mí, entre tantos para satisfacer sus necesidades mi gran Lady.

La mujer sonrió con aire de suficiencia.

─Es todo un honor mi apuesto caballero.

El pecho de Lord Patrick creció de orgullo.

─Y ahora sin más preámbulos, permítanme comenzar con este evento que estoy seguro, ansían ver. En primer lugar, les presento el diseño que hasta ahora es el más reciente que he decidido lanzar: Vida de cristal.

Enseguida, Clara comenzó a bajar las escaleras con suma delicadeza, mano derecha en la cintura, cabeza en alto y una deslumbrante sonrisa. El vestido que llevaba era blanco con incrustaciones de diamante en el escote. Lazos plateados brotaban de la parte inferior.

Al llegar al pasarela dio un par de vueltas y se posiciono en el lado derecho de la plataforma.

Los murmullos se extendieron por toda la sala.

Lord Patrick, acostumbrado a este tipo de eventos, espero unos segundos antes de presentar a la siguiente modelo y diseño.

─A continuación, para variar un poco, he decidió introducir a la lista un diseño inédito que tenía pensado lanzar al mercado hace un par de años, no obstante algo me detuvo, sabía que no era el momento adecuado para hacerlo, ¿Pero saben qué? Ese momento que he esperado, ahora ha llegado, les presento: Sueños en el mar.

Acto seguido, una chica de piel aperlada, fue la siguiente en descender, por sus rasgos se podría decir que tenía ascendencia asiática. Su vestido era de un azul eléctrico, muy ancho de la parte inferior y con brillo en los holanes. Además de que la joven portaba numerosos accesorios acuáticos en las muñecas y cuello, perlas, conchas de mar, estrellas celestes, etc.

Una vez más los aplausos y murmullos se hicieron presentes.

─En tercer lugar, tenemos un diseño hecho y construido en tiempo record, apareciendo de una pequeña inspiración en mis viajes hacia la madre naturaleza. Su nombre: Encontrando la paz.

A Irene se le fue el aliento, el vestido sencillamente era hermoso y de alguna manera...natural.

En color verde esmeralda, con bordes abstractos en la parte inferior de diversos animales, así como mangas en tonos purpuras y azules que centelleaban. Un tributo a los pavorreales.

Y de esa manera todas y cada una de las jóvenes iban presentándose ante los espectadores.

Vestidos originales, hermosos y jamás imaginados pasaban ante los ojos de Irene. Lord hablaba una y otra vez, presentando sus obras más preciadas.

Pero todo se fue convirtiendo en murmullos para Irene al saber que dentro de dos doncellas más, sería su turno.

Trago saliva, ya ni siquiera prestaba atención a los elogios de Lady Florence hacia Lord Patrick, ¿Qué se suponía que iba a hacer?

Al momento de que la última modelo se presentaba y hacia su recorrido por la pasarela, el resto descendía un escalón. La parte en la que se encontraban las chicas restantes era oscura, como el resto del lugar, a excepción de la pasarela que estaba muy iluminada.

Finalmente paso la última chica por delante de Irene. Un joven blanca como la cera y con un vestido rojo sangre titulado, Aroma fuego.

─A continuación y para cerrar con broche de oro, es un completo honor para mí, Lord Patrick Van Quee, mostrarle al mundo mi más reciente diseño, aquel tan aclamado por todos quienes me rodean. ─Al decir esto, el resto de las modelos perdiendo la sonrisas, elegancia y profesionalidad, miraron a sus espaldas, viendo a si por primera vez a Irene y el aclamado vestido.

Todo quedo en silencio por tres segundos. La cabeza de ella daba vueltas y vueltas, aplicando toda su concentración, bajo el primer escalón, después el segundo y así uno a la vez, fue una eternidad para ella. Sus mejillas le dolían de tanto sonreír. EL único ruido que había en toda la misión era el de sus tacones al dar un paso a la vez.

Mano derecha en la cintura, y cabeza en alto. Llego al final de la pasarela y dio una vuelta completa. Camino hacia le derecha y después hacia la izquierda, pasando frente al resto de las modelos que incrédulas la observaban.

Para finalizar volvió al centro de la pasarela.

El silencio siguió reinando por cinco minutos más.

A continuación el mundo estallo en gritos y aplausos, alabanzas y elogios. Todo junto y mezclado. Todo en dirección a Irene.

La inocente e inexperta joven sonrió en incluso se permitió un par de risitas. La euforia era tal que todo no quedo nada de nervios dentro de ella. Ahora todo era alivio.

No se dio cuenta de cómo la miraban el resto de las jóvenes a su izquierda y derecha. Algunas incrédulas, otras con envidia, e incluso coraje. Mas en ese momento su pose era lo más importante por lo que hasta allí podría llegar la inconformidad que presentaban.

Finalmente y después de un par de minutos el público de tranquilizo. Pero no porque quisieran, sino porque una extravagante mujer se había puesto de pie. Una dama que no presentaba signos de haber sonreído. Irene pensó que ella era hermosa, la piel albina, la elegancia de su vestimenta, el rubio en su cabello y los labios rojos. ¿Era acaso una modelo más de Lord Patrick? Desecho la idea tan pronto como le había llegado a la cabeza, era la mujer que venía en busca de los diseños, pensó Irene, por ella estoy aquí haciendo algo que jamás pensé.

La extravagante mujer dejo la copa que sostenía en mano de un caballero a su lado.

─¿Me permite, Querido Lord Patrick? ─Pregunto con una dulce y fina voz.

Irene miro al borde derecho de la pasarela, donde se encontraba el diseñador, que por cierto, había palidecido.

─Si ─Respondió aunque se le fue el aire ─Quiero decir si ─Repitió una vez más con voz alta ─Muy bien, atención, Lady Florence Glitter nos deleitara con su opinión.

El mundo estaba en silencio una vez más.

A Irene no le gusto el aspecto que había tomado Lord Patrick, ahora lucia enfermo. Lo que fuera que estaba a punto de suceder, no iba a ser del todo grato, Ella misma de pronto se sintió mal.