Te Encontré [Namjin]

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El cumpleaños de la reina llegó y la celebración en el pueblo comenzó, nobles algo indignados que fueron compensados con una cena con la reina la noche anterior, ahora los reyes de todos los otros reinos se hacían presentes junto a sus hijos, alfas y omegas con un porte distinto, su aura denotaba elegancia.

Todos fueron recibido por los príncipes, la reina y el rey ni se hicieron presentes pues debían solo presentarse al atardecer que era cuando se reunirán todos.

-Bienvenidos Majestad- dijo Jungkook analizando a aquella persona tan detestable, quien se había atrevido a traicionar a su hermano.

-Muchas gracias- dijo indiferente el padre de Seokjin, no le interesaba mucho una amistad con los príncipes, preferí una relación más cercana al Rey quien era más importante.

Una vez todos fueron recibido decidieron prepararse para la tarde, la reina era vestida, definitivamente los asuntos diplomáticos eran algunas veces entretenidos según ella.

-Madre, ya es hora de presentarse- dijo Namjoon una vez ingresó a su habitación.

La mujer asintió y se dirigieron al gran salón donde se realizaría la gran "celebración", al llegar todos se levantaron para dar sus respetos, una reverencia para madre e hijo, los príncipes se hicieron presentes ubicándose a lado de los aludidos, tomaron asiento en sus respectivos lugares y según su poder y edad, la reina vestía un traje negro decorado con el más fino encaje.

-Agradezco a todos por su presencia en este día, sin duda es un día memorable al ver a todos los reyes juntos- dijo la reina.

-El honor es nuestro, gracias por hacernos partícipes de su día- dijo un rey amable -¿Pero no sé sentirán ofendidos los de alto linaje de su reino?

-Agradezco su preocupación pero ese asunto ya fue aclarado, y bueno yo detesto las vueltas así que iré directamente al punto, la mayoría sabe que si fueron llamados todos no es una simple reunión social- dijo seria mirando a su hijo mayor y asintiendo como una señal.

Namjoon se levantó y con una seña los guardias cubrieron todas las entradas, los reyes instintivamente liberaron su aroma para defenderse, ya que la mayoría eran alfas, todos los omegas fueron escoltados fuera aún con la preocupación de sus parejas.

Molesto por la actitud de todos Namjoon liberó su aroma uno que muy pocos se ellos pudieron soportar ya que estaba a otro nivel junto a sus hermanos y Yoongi quien también ignoraba aquel aroma.

-¿Qué significa esto?¿Acaso es una traición?- mencionó esta vez el padre de Seokjin con una clara preocupación y nerviosismo.

-Usted lo sabe mejor que nadie junto al rey de ******- dijo ya en un claro grito que no se molestó en disimular.

-Ambos reyes son acusados de alta traición a la alianza y pacto que se hizo al reino de Agartha, por esclavizar y vender omegas como objetos sexuales y solamente de reproducción, por contrabando de comercio, y por planear una rebelión contra los demás reinos- dijo esta vez Taehyung quien no quería que su hermano gastará saliva en personas tan bajas.

Todos los presentes reaccionaron sorprendidos y susurros empezaron a llenar el lugar, mirando con repudio a los inculpados.

-Son acusaciones muy graves Majestad, un caso de tal semejanza no debe ser tomada a la ligera y más aún si no existen pruebas contundentes, podría desatar un enfrentamiento- dijo el más anciano de los reyes, uno a los que Namjoon respetaba por ser amigo de su difunto padre.

-Las pruebas son físicas, no solo la palabra de su Majestad que debería ser suficiente a sabiendas de que el jamás difamaría a alguien, es un insulto dudar de su Majestad Kim Namjoon- dijo Yoongi dejando a la vista todos los documentos y pruebas del tráfico de omegas.

Todos vieron atentamente los documentos, ahora todo estaba calmado ya que este era un tema delicado y no debían alterar más a los alfas más prominentes del reino de Agartha.

Los dos reyes acusados estaban detenidos por los soldados mientras no tenían derecho a decir palabra alguno, ambos con el ceño fruncido y furiosos por la humillación pública ante los demás.

Una larga discusión que llevó la mayor parte de la tarde, dónde al final se determinó a los acusados culpables y sin derecho a indulto.

-Majestad, permítame encargarme de este asunto, creo que....

El anciano fue está vez interrumpido por Namjoon quien se levantó molesto, esto debía solucionarse esa misma tarde, avanzó hasta quedar frente a los traidores, los demás bajaron la mirada pues Namjoon tenía una mirada fría, como hace muchos años atrás, sacó su daga y la sostuvo firmemente y así poder hablar.

-Mi nombre es Kim Namjoon, rey de Agartha y soberano de todos, mi deber es cuidar no solo mi reino, cuidaré de todos los demás hasta el fin de mi vida, no tendré piedad por aquellos que vayan contra la voluntad de mi padre, protegeré a las personas que quiero, y mataré al que se atreva a intentar pasar mi autoridad- dijo con un semblante serio.

Los demás temblaron al recordar el pasado, sin dejar a nadie interferir Namjoon levantó con un solo brazo al padre de Kai quien solo pudo desviar la mirada, una persona sin mucho que decir pues sus sentimientos estaban cerrados solo en su interior para nunca salir lastimado, un pequeño quejido del hombre y después este terminó tumbado en el piso dejando poco a poco una hilera de sangre adornando el mármol, pronto fue acercándose al padre de Seokjin, este parecía no tener ningún arrepentimiento, molesto y llevado por la furia dió un fuerte golpe en el vientre bajo del mayor, este se quejo del dolor pero pronto sintió como aquella pequeña pero mortal daga formó un camino por su cuello dejando una gran herida que pronto se llenó de sangre manchando incluso las manos del rey, Namjoon decidió dar un último mensaje a este antes de su muerte.

-seokjin no merecía un padre como tú, solo te preocupaste por tu bien pero ahora el podrá ser feliz sin ningún temor- dijo Namjoon viendo la cara de burla de ese hombre.

No pudo responder ante las palabras por el corte pero solo cerró los ojos esperando su ansiosa muerte, ¿Arrepentimiento?, No, el jamás quiso un hijo, pero aquella hermosa mujer se lo dió y murió, era su único recuerdo y tortura.