Final

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Una disculpa por parte de aquel mercader más varios objetos extravagantes como disculpa, dos pequeñas alpacas blancas como la nieve, y la disculpa del mismo rey Zico fue lo que se necesitó para que Namjoon no castigará al insolente, pues solo aquellos animalitos bastaban, decidió marcharse pronto aunque Zico le haya ofrecido una estancia maravillosa, debía llegar pronto con el hermoso Jin.

Mientras en el reino de Agartha dos alfas sufrían por la presión y el estrés, ¿La razón?, Namjoon dejó a sus hermanos menores todos los deberes reales dándole días libres a Yoongi aunque debía vigilar a los menores, el rey los había castigado como capricho y el tomaría también días de descanso, Taehyung y Jungkook se sentían agotados, era diferente tener deberes simples a tener que tomar decisiones que afectarían al reino entero, cada vez admiraban más a su hermano Mayor y también se arrepentían de burlarse de él.

Seokjin por su parte se sentía culpable pues Namjoon se había marchado sin decirle nada y sabía que había pedido algo complicado pero lo había dicho en un momento de enojo, estaba junto a Hoseok y jimin como siempre disfrutando de la brisa en el jardín principal.

-No es culpa tuya Jin, yo hubiese hecho lo mismo y más, y se que hará hasta lo imposible para que lo perdones- dijo Hoseok mientras lo consolaba junto a Jimin quien asentía a las palabras.

-Eso lo sé, lo que temo es que si lo consiga porque no sé cómo se podrá cuidar animales así- dijo preocupado.

Los dos omegas lo vieron y comenzaron a reír.

-estoy seguro que habrá alguien que pueda cuidar bien de ellos- dijo Jimin.

-¿Cómo puedes saber que serán más de uno?- dijo algo nervioso Seokjin.

Jimin le hizo una mueca para que dé vuelta y así lo hizo, vio a Namjoon todo sucio junto a varios de sus guardias y dos pequeñas bolitas blancas, Jimin y Hoseok se fueron después de saludar al rey quien se acercó a su Omega.

-Ya no podrás evadirme porque traje lo que me pediste- dijo abrazándolo por la cintura y acercándolo más a él.

-¿C..como...

-no importa como, lo que importa es que ahora quiero un beso tuyo- dijo el rey y acto seguido estampó sus labios a los del Omega disfrutando de el.

Seokjin tardó poco en corresponder y disfrutando del momento, los soldados veían incómodos a otros lados tratando de volverse un árbol.

-No estaba enojado contigo, lo siento por preocuparte- dijo Jin.

-No importa, estuvo mal lo que pasó y no volveré a caer ante algo así- dijo el alfa para después ordenar a los soldados que se marchen.

Se acercaron a los animales y Seokjin sonrió de ternura, Namjoon ya había traído a un cuidador para ellos y este se los llevó en cuanto llego a los establos del palacio.

Quedaron solo los dos en aquel lugar donde se habían visto por primera vez, Namjoon se recostó en el césped apoyado en un gran árbol y Seokjin en medio de las piernas de Namjoon apoyando su espalda en el pecho del alfa.

Seokjin disfrutaba de las caricias que Namjoon le daba en su vientre aún plano escuchando los planes que hacía el alfa para su hijo, de la celebración que se debía hacer en honor a esto, de los regalos que debía conseguir para su futuro hijo y claro la pequeña corona que había pasado de rey en rey cuando eran niños.

Sonreían felices pensando en su pequeño hijo que algún día correría por los pasillos del palacio, molestaría a sus tíos y seguramente jugaría con sus primos, si es que los tuviera.

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Seis meses habían pasado en dónde todo era tranquilo y parecía que iba a ser así por muchos años, el reino entero esperaba con alegría al futuro hijo de los reyes, Namjoon realizaba su deber como rey pero Yoongi y sus hermanos lo ayudaban pues ahora Seokjin tenía más necesidad de tener a su alfa cerca, y bueno el alfa no podía saber los malestares que sentía Seokjin hasta ahora pues el lazo del Omega con su hijo se lo impedía, su vientre era exageradamente grande y eso hacia que Seokjin no pudiera hacer nada solo.

Aquel día se celebraba el cumpleaños del príncipe Jimin, el no quiso hacer una celebración pues no quería que Seokjin pasará un mal rato por las constantes preguntas que seguramente le harían los noble, prefirió una celebración familiar, nadie objetó pues era el deseo de Jimin y no querían hacer menos su autoridad.

Pero como no celebraron nada decidieron ir a la casa de campo real, al pasar por el reino todos veían con ternura el abultado vientre de Seokjin, una vez llegaron Seokjin fue a descansar pues el viaje lo había agotado.

Un dato importante es que Huening había subido de rango por orden de Namjoon y siempre lo acompañaba a donde sea que vaya, por eso veía a primera mano la alegría de Namjoon y Seokjin.

Ese día comieron y celebraron a Jimin quien no podía estar más feliz, luego Namjoon llevó a Seokjin a otro lugar, una pradera llena de pequeños conejos que saltaban por doquier, flores silvestres de distintos tamaños y colores.

-es hermoso- dijo Seokjin sentándose sobre el pasto verde que cubría toda la pradera.

-Es el lugar donde solía traerme mi padre cuando tenía tiempo, quiero que nuestro hijo conozca este lugar pero quiero que siempre vengamos los tres, demostrarles cada vez lo mucho que los amo a ustedes- dijo el rey besando a su esposo y después su vientre abultado.

-Así será amor, seremos felices los tres siempre- dijo acariciando los cabellos del alfa.

-no seremos siempre tres, haremos más pequeños para que el no esté solo- dijo pícaro Namjoon.

-te amo y estoy feliz porque te encontré.

Ambos rieron admirando el día, descansando juntos y disfrutando de su pequeño momento de felicidad, sin nadie más cerca, compartiendo sus aromas y de vez en cuando dándose besos fugaces que demostraban todo el amor que se tenían.

Te Encontré [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora