¡Mesero!

- Bésame más

No sabía que hora era, ni en que calle estaban, solo que había terminado de aplastar sus labios con los del otro en busca de calor.

— Bésame más — Le pidió en un puchero cuando retrocedió para mirarlo, esos ojos claros lo examinaban con dulzura, como si un buen recuerdo lo hubiese enfrascado. Una suave sonrisa acompañaba su mirada, era tan parecido.

— Te extrañé mucho — Soltó sin más, acercándose a darle un casto beso en los labios.

Camilo pensaba en el hombre, mientras cambiaban de posición, Thomas se sentó junto al chico y éste lo hizo sobre su regazo.
Las manos del mayor fueron hacia su cintura, mientras que el rodeaba su cuello con ambos brazos. Pensaba en todo lo que le había hecho pasar, porque sin querer admitirlo, el recordaba cada detalle todos los días. Llegaba a pensar que su mente estaba ociosa, pero tenía tanto en la cabeza que le resultaba raro tener esos recuerdos tan presentes.

Aspiró el aroma de su camisa acariciando con sus pulgares la cintura opuesta.
Camilo se sentía bien, nunca se había sentido amado hasta aquel momento.

El ambiente era tan cálido, a pesar del clima templado en el que se encontraban; el auto olía al perfume del hombre, todo era tan cómodo y suave que sentía no querer salir de sus brazos.

Lo miró nuevamente, las orbes claras se habían dilatado, dejando a su vez unos ojos más oscuros y brillantes. A Thomas le gustaba lo que veía.

— Y-yo, ¿puedes llevarme al trabajo? — Estaba nervioso, no le gustaba pedir favores o cosas, pero el le daba tanta confianza que podía decirlo.

Asintió levemente mientras acariciaba el rostro ajeno con algo de nostalgia. Le dió otro suave roce de labios mientras accedía.

— Te llevo

...

Kim se sentía solo, su amigo no había llegado al trabajo y sin duda esperaba un remuneración por el doble trabajo que le tocó hacer.
Cerró la tienda y se encontraba barriendo el vómito que dejó un bebé bajo la mesa.

Suspiró mirando su reloj una vez más. Solo esperando que su amigo se encontrara bien, terminó de limpiar la mesa y salió a sacar la basura, encontrando a Camilo sentado en la vereda.

Alzó una ceja mientras tragaba un bufido.

— Amigo, ¿dónde estabas? — Preguntó acercándose mientras le notaba la mirada algo perdida.

Camilo suspiró levemente mientras apretaba los ojos.

— Perdón por no llegar — Soltó con un tono culpable. Miró a Kim a los ojos para después dejar al último atónito.

Estaba llorando, nunca lo veía llorar, era de las personas más fuertes que conocía y acababa de romperse justo ahí.

— ¿Estás bien? ¿Te ocurrió algo? — Se preocupó mientras se sentaba acariciándole el pelo.

— Me gusta un hombre — Soltó sin más, Kim se río tranquilamente mientras lo abrazaba.
Su amigo era un tonto.

...

N/A

Amikxs una santa pereza que me da editar el capítulo de GS.
Pero bueno, espero tenerlo para mañana a más tardar.

Comenten mucho porfis que me hacen feliz ♡♡♡

Esperen otro capítulo prontito.
Lxs quiero