Levi

937 86 7
                                    










Levi estaba insólito, un desconocido había vomitado su jean favorito, al menos no era un desconocido feo; es más, era muy guapo a su parecer.

- L-lo siento - Aspiró, el afligido chico.

- No... te preocupes  - Respondió algo asqueado.

- ¡Camilo! - Gritó Kim abriendo la puerta correcta, pero noqueando a su amigo con el portazo a la vez.

- ¡Idiota, le pegaste! - Chilló Levi reclamando

- ¿Tú quién eres? - Kim reconoció que era el tipo con el que bailaba su amigo antes, pero estaba preguntando por si acaso.

- soy Levi, y, no lo conozco solo estábamos bailando. - Levi Temía haberse metido con alguien en pareja, así que decidió muy bien sus palabras.

- Y te vomitó el asqueroso - Señaló sus Jeans, Levi asintió y miró al chico desmayado.

- ¿Eres su novio? - Preguntó al ver como Kim levantaba a Camilo para llevárselo.

- Noup, ¿quieres su número o algo?

- Emm, si gracias - Soltó y acto seguido se encontraba copiando los números que decía Kim.
Camilo se medio despertó y murmuró algo.

- MnadIós shico limndo - Dirigido a Levi, el cual sonrió tiernamente.
Kim arrastró a Camilo a la salida del baño mientras negaba.

- Deja de enamorar chicos, hetero - Su tono amistoso no alertó a Camilo pero por alguna razón se sintió ofendido en su estado de ebriedad.

Kim había conseguido algo de dinero para un taxi después de hacer de prostituto para unos señores, claro, no tuvo sexo, solo unos cuantos besos y su número, su número del trabajo.

Llamó a un taxi y enseguida llegó, lanzó a su amigo a la parte trasera como pudo y se sentó en el copiloto indicando a donde debían ir.

Estaba preocupado por su amigo, se suponía que debía rendir un exámen y el lo único que había pensado fue en su propia diversión y ahora debía afrontar las consecuencias.

- A la derecha porfavor - Dijo rompiendo el silencio finalmente, la conductora asintió y lo hizo, finalmente se estacionó cuando el pasajero le indicó donde.
Después de pagarle una generosa cantidad y llevarse a su saco de problemas andante.

...

- ¿Por qué no contesta? - Se preguntaba a si mismo Thomas mientras veía con desgano la última llamada perdida de la noche, su lindo ligue más reciente ya no lo necesitaba, le había dado demasiado dinero, tal vez, para alguien como él seguro lo era, pero para si mismo no eran más que dos dólares.

- Cariño, ¿A quién llamas? - Se acercó  a él, el chico con el que había intimado la noche anterior, se veía tan lindo bailando y tenía ese cuello tan largo.

- A nadie lindo, - Evitó su pregunta dándole un suave beso en los labios.

- Me llamo Levi, Thomas - deslizó su mano por la entrepierna del hombre

- Eres hermoso, Levi - Halagó mientras tomaba su nuca y se recostaba sobre el.
Tenía una voz tan apasiva que escucharlo gritar del placer era una verdadera felicidad.
Sabía tan bien lo que hacía y era irremediablemente seductor.

Pero el quería a Camilo, ahora mismo, con el. Nunca entendió su capricho con él. Desde la primera vez que cruzó por la cafetería viéndolo con ese lindo delantal, se había enamorado por completo; no se considera a si mismo un hombre tímido, pero llegar sin más a pedirle una cita se hacía extraño.

Entonces decidió frecuentar el lugar, cada día se endulzaba la vista con su lindo rostro, ese cabellito que le cubría los ojitos de vez en cuando se veía tan suave, y la delicadeza con la que hacía las cosas.

Le recordaba totalmente a su difunto esposo. Y lo quería con él para llenar ese hueco de soledad que solía ignorar con lindos chicos en las noches con sexo casual.

Mi lindo esposo.

Pensaba mientras tenía a aquel hombre gimiendo entre sus piernas, pidiéndole más y más hasta buscar desesperadamente otro orgasmo igual al de la noche anterior.










Hola chicxs, estoy muy activa en las historias como ven, así que espero su apoyo y lindos comentarios como siempre. Gracias por leer, besitos y felices fiestas ❤❤

¡Mesero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora