¡Mesero!

Una cita

Camilo limpiaba mesas mientras se debatía mentalmente acerca de sus sentimientos por aquel hombre, era complicado, pero, dejando de lado aquello, tendría vacaciones de la universidad el viernes. Lastimosamente era Lunes.

Se preguntaba que hacer en esos 15 días.  Sonaba tan bien, además quería de alguna manera igualar las fechas con sus vacaciones del trabajo.

Mierda, ser joven adulto era tan complicado.

— Camilo, vas a desgastar la mesa, déjala ya — Kim llamó su atención acercándose.

Hace poco había terminado la hora pico y ambos estaban algo cansados.

— ¿Qué tanto piensas? — le miró curioso

— ¡Tendré vacaciones! — sonrío hacía Kim, el cual aplaudió copiando su felicidad.

— Y las de trabajo también al parecer, la jefa dijo que tenemos una semana libre — Avisó.

— debemos hacer algo — propuso Camilo olvidando la parte más importante 

— ¿Tienes dinero, amigo?

Miró hacia abajo fingiendo sollozar

Una llamada lo alertó, era un número desconocido, y aunque algo dudoso, contestó.

— ¿Hola?

— ¡Hola Camilo! — Una voz muy animada hacía presencia al otro lado de la línea.

— ¿Quién eres? — Espetó con el seño fruncido

— ¿Levi? Duh — Nisiquiera recordaba el nombre.

— ehh... — Miró dudoso a Kim, el cual alzó las cejas curioso

— Discoteca, afueras de la ciudad.

Mierda, ya lo recordaba

— Ah, claro, ya recuerdo. ¿Qué se te ofrece, levi? — Kim lo miró con una sonrisa mientras se retiraba lentamente.

— Estoy en la ciudad y me gustaría algo de compañía, ¿estás libre en la noche?

Estaba indeciso, sin embargo le debía una disculpa y unos jeans nuevos al muchacho.

— sí, claro, tengo tiempo.

Después de minutos en los que Camilo y Levi acordaban detalles de su salida por teléfono, colgó finalmente y se acercó nuevamente a la caja junto a Kim.

— aparentemente tengo una cita

— ¿Y qué harás con el viejo?

— No sé, nisiquiera tengo su número.

— Umm — Murmuró el moreno.