Capítulo XXV.

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En cuanto Louis y Harry desaparecieron entremedio de la gente, Zayn volvió a colocar su mirada café encima del alfa, quien ya se encontraba observándolo con anterioridad por encima del borde de su vaso de whisky.

— Parece que somos tú y yo, Caballito de mar. — Sonrió el moreno. — ¿Un trago?

— Está bien. — Aceptó el beta. — Solo uno.

— Solo uno. — Repitió Liam, con una sonrisa tonta en la cara mientras levantaba la mano para pedirle al chico que los estaba atendiendo exclusivamente a ellos. — ¿Tienes planes para después?

Los ojos de Zayn se iluminaron. Dentro de sí, la llama de la esperanza se encendió y su cerebro reprodujo los recuerdos de aquella escapada no tan solo de la policía, sino que de la realidad. Recordó cómo simplemente se dejó manipular por el encanto del alfa y la tensión de estar siendo perseguido por la policía para tomar la carretera de salida en medio de la noche, sin rumbo fijo, con un alfa que cargaba un arma y que además, le provocaba algo dentro del estómago que no podía explicar y le estaba comenzando a asustar. Al principio, el panorama le parecía aterrador, sin embargo, Liam convirtió el momento en una aventura, una que logró hacer sentir al beta que tocaba la vida con sus manos y en verdad la disfrutaba, ya no era un simple actor de fondo, ahora era el protagonista. Zayn recordó las conversaciones que tuvieron sentados en el capó del auto, mirando al océano moverse frente a ellos, al mismo tiempo que esperaban a que el sol se asomara para poder volver a Londres, con el ridículo pretexto de que solo entonces la policía no los perseguiría, siendo que ambos sabían que eso ya había pasado horas atrás. Aún así, con sueño y todo, Zayn aguantó como un campeón ante la noche de insomnio solamente porque tenía la oportunidad de conocer más íntimamente a Liam y vaya que lo hizo. Tras varias cervezas, el alfa se abrió lentamente, casi como un tesoro enterrado lleno de polvo, con muchos secretos que el beta se moría por conocer.

— No lo sé. — Dijo. — Mi plan era estar con Louis.

— Louis se fue con Harry, es prácticamente imposible volver a verlo hoy.

— Lo sé.

— ¿Entonces?

— No lo sé. — En ese momento, el celular de Zayn vibró desde su bolsillo. El beta lo sacó solamente para descubrir que el nombre de su futura esposa brillaba en la pantalla. La mirada café de Malik se deslizó entre la pantalla y Liam varias veces, indeciso.

— ¿Quién es? — Preguntó Liam, con el vaso entre sus labios para disimular la sonrisa traviesa que se le asomaba por el rostro. Zayn tragó saliva para poder encontrar las palabras que le faltaban, pero no tuvo éxito.

— Nada importante. — Respondió el beta, antes de volver a dejar su teléfono en absoluto silencio de nuevo al interior de su bolsillo.

— Entonces, ¿estás desocupado? — Volvió a cuestionar el alfa.

— Puede ser, ¿por qué?

— Nada realmente, te preguntaba por si tenías tiempo de discutir algunas cosas del matrimonio mientras tomamos algo como la otra vez. — Dijo Liam, con los dedos cruzados por encima de su estómago antes de encogerse de hombros. — Solo si quieres.

— Eh, yo... — Zayn no alcanzó a terminar porque el teléfono del alfa sonó lo suficientemente fuerte como para que el momento se rompiera en pedazos y Liam lo sacara del interior de su chaqueta. Miró la pantalla y sin contestar, regresó la mirada sobre el beta.

Adicto. | l.s (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora