Capítulo IX.

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Esa noche, Louis y Harry durmieron cada uno en su cama, pero con una sonrisa en la cara que compartían como si estuvieran el uno al lado del otro.

Louis despertó con un leve dolor de cabeza y con el olor de Harry abrazándolo por completo. El omega sonrió y se escondió debajo de las mantas.

Todo ahí era irreal.

Era irreal que un alfa como Harry existiera, y estuviera efectivamente a unas puertas de distancia, con su sonrisa de hoyuelos, sus ojos verdes y su voz profunda y calmada. Era irreal que lo tratara con tanta delicadeza, con tanto cariño e incluso, con tanto amor. Era irreal que Louis podía olvidarlo todo cada vez que estaba con él. Era irreal que la noche anterior, ambos se hubieran besado. Era irreal que a Louis le había encantado.

Mientras estaba en la ducha, sonreía como idiota cada vez que se tocaba los labios. Estaba seguro de que en algún punto, su pecho iba a explotar gracias al montón de emociones que tenía en el pecho. Su omega estaba contento, más feliz de lo que había estado en toda su vida, y eso lo tenía con una sonrisa en la boca que no era capaz de borrar por más que se esforzara.

Salió de la ducha y se vistió con lo mejor que encontró entre la ropa que había traído a la casa de Harry. Se aseguró de oler bien antes de ir a desayunar y mientras ordenaba su habitación, su celular comenzó a vibrar.

"¿Dónde estás?"

La sonrisa que llevaba en los labios  desde que se había levantado se borró de inmediato. Su corazón comenzó a latir más rápido y sin darse cuenta, comenzó a temblar. Era Kyle. Su novio. Su alfa.

De inmediato, sintió un nudo en la garganta. Su omega comenzó a estresarse y a liberar feromonas involuntarias que estaban por todo el aire en aquella habitación y Louis estaba seguro de que ya habían llegado al pasillo, y pronto, estarían por toda la casa.

¿Cómo había sido tan estúpido? ¿Cómo había besado a Harry si Kyle era una constante en su vida? Kyle era su novio, Harry no era nadie y lo había besado, había deseado ese beso y aunque intentara negarlo, lo seguía deseando. Louis estaba seguro de que para ese entonces, Kyle ya lo sabía todo, y lo mataría, no lo perdonaría. En cuanto volviera a casa, lo mataría a golpes.

— ¿Louis?

La voz ronca y clara de Harry se escuchó seguida de un par de golpes en la puerta. Louis comenzó a respirar cada vez más fuerte.

"Dime dónde mierda estás. Ahora."
"Última advertencia."

Louis.

"Louis."

Todo en la habitación comenzó a girar. Las ráfagas de recuerdos lo abofeteaban una y otra vez. Sus piernas comenzaron a temblar nuevamente. Todo estaba en silencio, oscuro, con la pantalla aún mostrando los mensajes de su novio. Iba a morir, Kyle iba a ir detrás de él y moriría, nadie podía evitarlo, ni él, ni Zayn, ni siquiera Harry. Su respiración se agitó aún más y se sobresaltó cuando la puerta se abrió y Harry apareció en la habitación.

El alfa se acercó a pasos agigantados a su dirección y lo atrapó entre sus brazos antes de que el omega perdiera la poca fuerza que le quedaban en las piernas y casi cayera al suelo, tal como lo hizo su celular.

— Louis, Louis, dime qué ocurre. — Harry estaba frenético, liberando feromonas que ponían a Louis más nervioso mientras lo sujetaba. — Dime qué necesitas, ¿Medicinas? ¿Un doctor? ¿Vamos a un hospital? ¿...Té?

Adicto. | l.s (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora