Capítulo XIX.

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A la mañana siguiente, Louis se despertó saciado de sueño y sin tener idea qué hora era, pero lo más importante de todo es que a su lado, Harry seguía durmiendo, recostado hacia atrás con una cara graciosa, los brazos cruzados y una pequeña manta que apenas le cubría sus largas piernas.

Se quedó unos segundos observándolo en silencio, disfrutando de aquellos pequeños detalles que por un momento, pensó que no iba a poder volver a ver. Louis se distrajo haciendo un repaso de lo sucedido en el último mes y casi se le escapa una carcajada.

Era tan increíble que para ese momento le daba risa.

La llegada de Harry había sido como la caída de un meteorito en su vida, arrasando con todo lo que ya se encontraba ahí, incluyendo a Kyle, la relación que tenían y los años que llevaban juntos. ¿Realmente Harry había "destruido" algo? Era dudoso, porque ahora que Louis se encontraba conectado a todas esas máquinas, con ese alfa poderoso durmiendo como un niño a su lado, podía ver las cosas con mucha más claridad y pudo concluir que no se podía destruir algo que de por sí estaba roto. Incluso antes de Kyle, Louis ya venía roto por todo lo ocurrido desde su familia, desde el rechazo, la falta de amor y la poca autoestima que había cultivado en esa casa. Lo que siguió después destruyó aún más los trozos en los que Louis se había convertido, cada golpe e insulto de Kyle era otra ruptura hasta que el omega simplemente dejó de sentirlas y se dejó llevar por lo que creía que era amor. La cosa era que ahora tenía amor real frente a él y no sabía cómo sentirse exactamente, ¿Podría amar a Harry estando tan roto? ¿Tan asustado? Todo esto era una experiencia nueva y Louis se conocía a sí mismo tan perfectamente que sabía que al paso que llevaban, no tardaría ni medio segundo en enamorarse como un loco de Harry y por lo mismo, ¿Podría amar al alfa teniendo en cuenta todos los peligros que los rodeaban? La mafia en la que estaba metido y los problemas que el omega había arrastrado consigo ponían a Styles en un peligro que a Tomlinson le daba pánico.

Louis frunció el ceño, extrañado por la intensidad de sentimientos que sentía dentro y que hasta le habían hecho sentir dolor físico. ¿Acaso ya estaba enamorado de Harry? ¿Qué significaba todo este miedo mezclado con amor?

Su cerebro entregó al culpable de inmediato y su omega aceptó la sentencia con gracia, deleitándose ante las imágenes ficticias de Harry y Louis viviendo juntos hasta ancianos proyectadas por la imaginación del omega.

Ahí, Louis entendió por primera vez a Harry en su totalidad cuando hablaba de su alfa y de la urgencia que sentía.

No tuvo demasiado tiempo como para procesar su revelación porque como era de esperarse, todos los pensamientos que le rondaban por la cabeza habían sido suficientes para levantar pequeñas feromonas que pusieron a Harry en pie antes de que el omega pudiera darse cuenta.

— ¿Te sientes bien, Principito? ¿Llamo a la doctora? — El alfa se inclinó hacia adelante, dispuesto a revisar el estado del menor, quien se acomodó en la cama y puso una sonrisa suave en su rostro.

— Estoy bien, ¿Cómo dormiste tú?

Louis frunció el ceño ligeramente mientras hacía la pregunta. Era obvio que mal. Ahora que se dedicaba a observar, el sillón donde Harry se había dedicado a dormir era bastante pequeño e incómodo para alguien de su tamaño.

— Estupendo. — Respondió. — Creo que fue la mejor noche de mi vida.

El omega no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo de Harry. — Podrías dormir en casa y venir a verme, debe ser incómodo dormir tantas horas así.

El alfa negó la idea de forma rotunda mientras movía la cabeza. — Ni lo pienses. Hasta el momento, estoy bien aquí. Volveré a dormir en mi cama una vez que ambos podamos volver a casa.

Adicto. | l.s (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora