CAPITULO 18 Emergencia 2

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No quería que nadie me viera así que fui hacia el jardín detrás de la casa .Aun era muy temprano, ni siquiera había salido el sol y todos aun dormían .Felizmente mi pequeña no se despertó cuando me levanté y desenrede sus bracitos de mí, le di un beso y salí de la habitación.

Iba con una bata y aún estaba oscuro caminaba abrazándome y tratando de no llorar, miraba al suelo buscando algún punto de escape o simplemente pensar en otra cosa que no fuera “el”.

Pase los largos linderos de rosas rojas y azules, luego por las margaritas y finalmente los lirios .Sin querer las lágrimas fluían como lluvia de mis ojos. Me aleje lo más que pude de la gran mansión, no quería que nadie me viera llorar, no quiero que sientan lastima por mí, ya bastante tenía con sentirme miserable yo misma.

Había una gran niebla, así que no distinguía bien las cosas, cada paso que daba era muy cuidadosa.

Estaba tan aturdida y asustada que no me di cuenta que alguien me seguía .Camine más rápido aun, casi iba corriendo .

Hasta que tropecé con algo y me enredé con unas espinas que se clavaron en mi tobillo.

"Auchhh"

-Vamos… ¡por favor! -Trataba de desenredar las espinas a la vez que veía a alguien acercarse. Pensé en Anthony, sentí mi corazón saliéndose por el pecho, las manos me temblaban y estaba muy fría.

Los pasos se notaban cada vez más cerca de mí, y aun no podía desenredarme de las espinas que más se clavaban en mi tobillo, haciéndome sangrary doler  demasiado.

Alguien toco mi hombro

Gire la cabeza esperando encontrar a mi verdugo

Pero ahí estaba alguien quien no pensé encontrar.

Andrew.

-¿Qué haces tan temprano levantada?-Me preguntó acercándose más a mí .Se arrodilló lo abracé instintivamente y me paso la mano por la mejilla, tocándome las lágrimas. Luego se percató del gran charco de sangre alrededor de mí, manchándome la bata

-¡Oh por Dios! No te muevas, espera tratare de sacarte de allí-Asentí moviendo la cabeza, viendo su cara de asustado y preocupado.

Se levantó y con mucho cuidado como si fuera de cristal tomó mi tobillo, al cogerme gemí de dolor. Poco a poco desenredó las espinas, se quitó la camiseta y la anudó en mi tobillo.

-¿Cómo así te hiciste esto? ¡POR DIOS! Y que hacías levantada-lo miré aun con los ojos llenos de lágrimas y un poco de dolor por las espinas.

-Lo siento –dije

-¿Te puedes levantar?-alcé los hombros tomando aire  e intenté ponerme de pie .Pero antes de llegar a siquiera levantarme un poco, no pude e iba a resbalar pero el detuvo mi caída, agarrándome de la cintura.

-Está bien, no te preocupes-mis brazos los puso por su cuello –Agárrate de mí, yo te llevare –hice lo que me dijo  mientras respiraba el aroma de su pecho me tranquilicé un poco.

No me di cuenta cuanto camine, que al alzar la cabeza por el hombro de Andrew me di cuenta que ya se veían los linderos de las flores.

Respire profundo y me sumergí de nuevo en el pecho de Andrew.

-¿Por qué estabas caminando sola?-Me preguntó mirando hacia el camino

-Solo quería estar sola un momento.

-¿Por qué estabas llorando? ¿Alguien te ha hecho daño? ¿Qué pasó?

Me mordí el labio inferior para no contestar. Y cerré los ojos.

-Está bien…disculpa no es  mi asunto lo sé. Cuando lleguemos te curare esa herida. ¿E s que acaso no viste las espinas?

-Lo siento –solo pude decir porque ya sentía que llegábamos a casa.

Al abrir la puerta, nos encontramos a todo el personal de servicio despierto con   Rachel y  Lily mirándonos con cara de horror y una pequeña Nataly bostezando con su osito de peluche en las manos.

Al avanzar por las escaleras sentí que todos nos miraban con cara de estupefacción  y mirando mi tobillo que sangraba a borbotones. Teñiendo la camiseta blanca de Andrew.

Todos nos seguían, algunos murmuraban y Rachel me miraba con cara de pocos amigos, mientras que Lily asombrosamente nos alcanzó para  preguntarnos que me había pasado.

Llegamos al dormitorio y antes de cerrar la puerta en las narices de todos Nataly se coló en mi habitación.

El me deposito en la  cama  para luego ir hacia la puerta, al abrirla todos estaban pegados en ella y Carmen casi cae al suelo si no fuera que Lucas la tomó por la cintura.

-Necesito antisépticos y algunas cosas de primeros auxilios. -dijo mirando directamente a Carmen- Y vuelvan abajo-dijo mirando a los demás

Como todos lo quedaron mirando, dijo en tono fuerte y seguro.

-¡AHORA!-al oírlo todos se estremecieron y corrieron de un lado a otro, chocándose unos contra otros, hasta que el finalmente cerró la puerta.

¡Socorro!No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora