-¡Margaret ¡ ¡Margaret !-Llegó la inoportuna tía tropezándose con todo a su paso , primero quebró el jarrón de rosas ,luego se pegó con la pata de la mesa y finalmente casi cae de bruces al piso. Al menos yo no era la única torpe. Andrew se apartó de golpe, abrí los ojos.
-Cariño ¿Estas bien? ¿Te duele algo?¿Qué pasó?¿Porque estás aquí?¿Quieres que llame al médico?
-Tranquila Rosy, ella está bien-la calmó Andrew.
-Nunca más vuelves a comer manzanas, de hecho yo tampoco lo haré – replicó mi tía en un tono bastante gracioso
Tosiendo un poco y apoyando las manos en el sofá al sentarse intenté hablar
-No te preoc...
-No hables cariño, te hará más daño aun –intervino ella.
-Andrew, por favor ayúdame a llevar a Margarte a su habitación.
-¡Nooooo!-dije pero Andrew sin pensarlo dos veces me tomó de las piernas y la espalda cargándome.-Puedo caminar sola.
Fue inútil, a regañadientes no tuve más opción que aceptar pegando la cara al pecho de Andrew cerre los ojos.
A pesar de estar todo sucio y parecer un indigente de la calle su olor era delicioso aquella colonia que usaba emanaba un éxtasis a su alrededor.
Me depositó en la cama, respirandome cerca al oído y pasandome levemente la cara por la mejilla. Sentí esos pequeños fuegos artificiales arrancándome del pecho fuertes palpitaciones. Me colocó las sabanas hasta el pecho pero desviandome la mirada.
-¡Santo cielo! ¿Porque tienes la cara pintada? Y estás todo sucio -preguntó Rosy
Con tanto alboroto ninguna de las dos le preguntó porque iba de esa manera. Se me escapó una risita, pero al ver que los dos me miraban me tapé la cara con las sábanas.
-Estaba jugando con Nataly- Me destapé la cara
-Bien, en vista de que todo está bien me voy-y salió de la habitación sin decir más
-Querida, te traeré algo para la garganta, porque mañana estarás con un fuerte dolor
*********
No podía dormir, estuve dando vueltas en aquella enorme cama .Aparte del intenso calor el tener la ventana abierta no ayudaba en nada. En una de tantas vueltas, resbale de la cama cayendo mi trasero al suelo.
-¡Auch! , mañana lo tendré morado –con un golpe así quien no, me sobé una nalga.
A pesar de estar con un piyama ligero que consistía en una blusa de tirantes color violeta larga que me llegaba a las rodillas decidí ir a la cocina en busca de un buen vaso de agua helada, joder, hacía tanto calor que si por mí fuera andaría desnuda por la casa. Pero no creo que fuera una buena atracción para el público.
Arrastrando los pies con las pantuflas de conejito color rosa, que me regaló mi padre hace cinco años, fui a la cocina. Abrí el gran refrigerador y noté que había un montón de productos, <<esto podría ser como para dar de comer a toda una Nación>>. Alcé la vista a la nevera, en ella estaban cubetas de hielo, helado y trozos de carne empaquetadas.
Cogí un pedazo de carne empaquetada y me la coloque entre el cuello y parte del hombro
<<Oh!..Esto es delicioso >> esboce una sonrisita cerrando los ojos, relajándome luego lo dispuse a pasármelo por los brazos, parte del pecho llegando finalmente a las piernas.
ESTÁS LEYENDO
¡Socorro!No quiero enamorarme
RomantikUna novela Donde no podrás evitar reír No , no es la típica chica bonita Ni la de ojos verdes, ni azules Ni deseada por todos ES SIMPLEMENTE ....ELLA Es una persona de lo mas normal posible ¿Podrá sobrevivir a todos los acontecimientos que se le...