CAPITULO 14 Confusiones muy confusas

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Al entrar no me había percatado quien estaba en mi cama. Alzando la cabeza observé pasmada.

-Buenos días –Me dijo sonriendo

¿Pero que carajos?

-¿Qué haces aquí?

-Escuche todo y déjame decirte que si quieres podemos hacerlo realidad

-¿Queeeeeeeeeeee?

-PERO SERÁS IMBÉCIL, jamás estaría contigo, nunca de los nunca de los infinitos nuncas

-Bueno, yo no diría eso

-¿Qué te crees que eres? ¿El hombre más sexy del planeta? Pfff Hay mejores que tú, miles diría yo

-¿Ah sí? –dijo enarcando una ceja y cruzando los brazos

¡Oh que brazos! …¡Mierda! Concéntrate

-¡SÍ! , así que retírate de mi habitación antes que grite o te saque a patadas.

-Inténtalo, a ver si puedes

Ya tenía mucho con lo de Rachel y Lily y ahora esto. Me erguí  y camine decidida donde estaba él.

-Por las buenas, te recomiendo que te vayas

-¿Y si no se me da la gana? ¿Qué harás?

-Se karate, box y taichí –Mentí para asustarlo, mientras hacia la pose de la grulla tipo karate kid.

El solo atinó a sonreír enseñando sus hermosos dientes blancos y resonando su risa por toda la habitación.

Su risa, me erizó la piel. Me detuve, baje los brazos y la rodilla

-Pero si tú eres un indefenso  gatito

-¿Gatito?

-Sí, son animales de cuatro patas muy parecidos a los perros que dicen miau….

-IDIOTA, sé que es un gato. 

-Pero parece que no lo supieras

Puse los ojos en blanco

-No soy ningún gatito

- A mí me parece que sí

-QUE NO

-QUE SÍ

-QUE NO EH DICHO

-QUE SI Y YA

Lo agarré de la camisa y trate de levantarlo de la cama.

Pero algo pasó

Los botones salieron de la camisa, dejando parte del pecho descubierto

¡MADRE MIA!

Como es más alto que yo, que a su lado parecía pulgarcito, quedé embobada por sus pectorales

-¿Terminaste?

Aun le sostenía la camisa en un puño

Inmediatamente lo solté y retrocedí tres pasos, no me fijé en las pantuflas e hice un traspié. Sacudí la cabeza y lo mire lo más enojada posible, mientras el baboso  me sonreía como si hubiese ganado la lotería.

-¡VETE! –le dije abriendo la puerta

Pero al parecer, mi día no acabaría bien.

Lo que me faltaba.

Carmen.

Estaba con una bandeja  muy sorprendida y ruborizada.

Mientras él sonreía como idiota.

-Buenos días, Carmen –la saludó ayudándola con la bandeja

-Buenos días joven –respondió sin quitarle la mirada a la camisa o al pecho de él, mientras se ruborizaba aún mas

Pero al encontrar mi mirada, la cosa se puso aun peor. Yo opté por mirar al piso

Luego nos miraba a ambos como buscando respuestas, y ya me imaginaba que cosa estaría pensando.

MIERDA

Sonrió con timidez, y yo recién me acordé que llevaba el vestido de seda de dormir.

REMIERDA

OSTRAS….OSTRASSS

-Señorita, aquí le traje el desayuno. El joven me dijo que estaba indispuesta por lo de anoche

-¿Por lo de anoche? – pregunté confundida y poniéndome colorada

-Ajamm –dijo ella

-Sí, acuérdate por lo de anoche –dijo Andrew tratando de no reírse

¡AY NOOOOOO….NO NONONONONONO!

-Bueno, si me disculpan me retiro, tengo que saber cómo esta Lucas-se sonrojó-Diré tengo que darle instrucciones para que vaya a hacer las compras –Y  salió casi corriendo de la habitación

Yo aún no salía de mi sorpresa, espanto y sonrojo

¿Y AHORA QUE DEMONIOS DIRAN DE MÍ?

¡Socorro!No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora