NOTA: no me odien *-* ....¡por favor!
Fuimos a recoger el desayuno, la bandeja pesaba demasiado, Carmen había acomodado de todo…desde leche y café, hasta huevos revueltos, mantequilla, mermelada y frutos secos.
-Va a comer una mujer, no todo el ejército.-exclamé agarrando la enorme fuente.
-No ves que está muy delgada, si no come muy pronto se la llevara el viento.-respondió con una sonrisa y dándome palmaditas en el hombro
Emití una risa, Nataly me miró aún estaba enojada ¿pero porque? ¿Qué hice de malo para que esté así?
-¡Vamos!-me dijo a modo de orden, Carmen y yo la miramos sorprendidos.
¿De cuando acá se convirtió en la hermana mayor?
Caminamos rumbo a la habitación, ella no me miraba, en sus bracitos pequeños también llevaba una bandeja de frutas.
Mientras subíamos por las escaleras musitó
-¿Quién era esa tipa?-lo dijo con cierto grado de indiferencia.
Gire la cabeza y la miré sorprendido. Esta niña en cualquier momento se puede convertir en mi madre.
-¿A quién te refieres?-le pregunté haciéndome el tonto
-No quiero verte cerca de ella –frunció las pequeñas cejas rubias
Yo quería reír, pero observando su rostro mejor me quede callado, no vaya a ser que me lance la bandeja que tenía en sus brazos en la cabeza.
Llegamos a la mitad de la escalera .Entonces de nuevo vi a ese tipo conversando con ¿Rachel?
¿Rachel?
¿Qué tienen que ver ellos dos? Estaban a un lado, alejados de la escalera por una de las columnas del cuarto de ella. ¿Por cierto quien sería ese tipo?
Me hice de la vista gorda y seguí caminando con Nataly a mi lado.
Escuche una voz a lo lejos
-Espera –Carmen estaba subiendo las escaleras, trayendo consigo un vaso de jugo de naranja-me faltó esto .Parecía que iba en cámara lenta, porque se demoraba demasiado en subir.
Ya cuando termino de acomodar bien la bandeja que sostenía, dio media vuelta y se fue.
-Vamos –le dije a mi piojo.
Llegamos a la puerta de Margaret, Nataly estaba exhausta respirando muy rápido.
Coloco su bandeja pequeña en el suelo y tocó la puerta.
-Maggy abre…traemos tu desayuno-decía
Al ver que no había respuesta, comenzó a tocar más fuerte.
Nos miramos entre los dos, ella alzó los pequeños hombros y siguió tocando más fuerte la puerta.
Intente recordar si la había visto, pero viendo como estaba con el pie lastimado e hinchado no creo que se haya dirigido a algún lado.
Justo en ese momento una de las muchachas, del desayuno de la mañana, estaba limpiando una estatua de arcilla.
Me acerqué a ella con bandeja y todo. Como estaba de espaldas no se fijó en mi presencia.
-ejemm…ejemmm…-dije e inmediatamente ella volteó.
-Disculpa –sonreí ella se puso roja y bajo la cabeza-¿Has visto si la señorita del cuarto ha salido?
Ella movió la cabeza negando.
-Gracias – le dije y fui de nuevo hacia la puerta. Nataly seguía tocando fuertemente, o bueno tanto como su cuerpecito podía.
Ya me estaba impacientando.
-Margaret-llamé-Abre que tengo los brazos entumecidos, esta bandeja si pesa mucho.
Pero nadie me respondió .Hasta que escuche un sonido que parecía que algo o alguien se cayó al suelo.
Miré a Nataly. Preocupado, bajé la bandeja en el suelo y fui por Carmen para que abriera la puerta.
Quizá se haya resbalado intentando ponerse un pantalón-me dije a mi mismo-y sonreí por lo que estaba imaginando.
-¡Esta mujer me va a matar!
Nataly me miró confundida, no me percate que iba conmigo, y me siguió hasta la cocina.
-Carmen, necesito las llaves del cuarto de Margarte- le dije
Ella me miró horrorizada. Yo ya me imaginaba que cosas pensaba.
-No, no es por lo que estás pensando. Creo que se ha caído o quizá se ha quedado dormida. Necesito asegurarme que esté bien-le dije seriamente.
¿Dese cuando me preocupaba por ella?-me pregunté mientras ella me miraba
Luego de un momento, logró entenderme porque me dio las llaves sin decir nada.
Una de las muchachas, que estaban ayudando a Carmen a limpiar la inmensa cocina se acercó a nosotros y me dijo.
-Creo que vi, al joven que vino hace poco estar con ella. Lo vi entrar hace un momento mientras limpiaba las escaleras.
Me quedé horrorizado por lo que dijo. Inmediatamente por mi cabeza fluyeron miles de cosas.
En ese instante cogí las llaves y corrí hacia la habitación de Margaret.
Al llegar, tenía el manojo de llaves, MALDICIÓN no me dijo que llave era la correcta. Estaba nervioso y cada llave que cogía se resbalaba como mantequilla de mis dedos, haciendo exasperarme aún más.
Respirando varias veces me calmé un poco. Intenté abrir la puerta adivinando que llave era. Cuando por fin lo logré alguien había trabado la puerta por que no podía pasar.
El corazón lo sentía saliéndose del pecho.
¡Si ese malnacido le hace algo yo no se lo perdonare!, ese instinto que tuve cuando lo vi, acudió a mi mente. Trataba de abrir la puerta empujando contra ella, pero sol ose abrió un poco y no cabía por esa abertura.
Estaba empujando, una, dos, tres, cuatro, cinco veces .Pero no logre nada .Hasta que vi un cuerpo tirado en el suelo con la blusa abierta.
¡NO PUEDE SER!-se me fue toda la sangre de la cara.
Alcé la cabeza y la vi con un moretón en la mejilla e inconsciente. Su cara estaba llena de lágrimas y su cabello alborotado.
-¡NOOOOO!-dije desesperado al ver al tipo encima de ella tocándola, mejor dicho manoseándola sin pudor y lamiéndole la mejilla.
Desesperado inspeccioné el cuarto y me fijé en la ventana.
Felizmente estaba abierta.
Me aleje de la puerta y corrí hacia las escaleras, Carmen estaba subiendo la esquivé como pude.
¡NOOOOO!... ¡NOOOO! –Gritaba mientras que Carmen lanzó un grito.
¡NADIE VA HACERTE DAÑO, MORENITA! ¡NADIE!-dije para mí mismo
Corrí como si mi alma se fuera en ello, estaba cansado pero no me importaba.
Recordé la mejilla de ella maltratada, sus ojos llorosos y me armé de valor para seguir corriendo. Por fin después de no sé cuantos segundos que a mí se me hicieron una eternidad llegué hacia la parte de atrás de la casa, hallé la ventana de ella.
Como no había ni escaleras ni nada en que sujetarme, subí apoyándome en cada espacio de cemento que sobresalía de la inmensa pared. Resbalé, me rasguñé vi sangre en mis brazos y manos, pero no me importó.
¡Por favor DIOS,si estas esuchandome, que no le pase nada!-rezaba mentalmente
La vida de ella corría peligro.
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¡Socorro!No quiero enamorarme
RomanceUna novela Donde no podrás evitar reír No , no es la típica chica bonita Ni la de ojos verdes, ni azules Ni deseada por todos ES SIMPLEMENTE ....ELLA Es una persona de lo mas normal posible ¿Podrá sobrevivir a todos los acontecimientos que se le...