CAPITULO 31Lastimado corazón

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Cuando salí de la casa, ya no estaba.


Había desaparecido.


Así que solo me quedo buscarla....llamándola.


Quería gritarle a los cuatro vientos que estoy enamorado de ella

.

Que en tan poco tiempo se ha convertido en mi luz, en mi bienestar.


Que sin ella soy un idiota y un completo imbécil.


Sé que no debo enamorarme, por lo que me paso hace unos pocos años.


Sí, también tuve mi pasado.


Un pasado doloroso y lleno de tormentas.


Pensé que jamás volvería a sentir algo por alguien. Que mi corazón se hubiese solo conformado con "aquello".


Pero ahora ya no es así. Dios, la vida o el destino me han dado otra oportunidad de amar y no la pienso desaprovechar por nada del mundo.


Así que con mucho optimismo gritaba su nombre.


Pero no aparecía por ningún lado.


Solo encontré su mp3 con unos audífonos y sonaba una y otra vez una balada muy antigua que Kate escuchaba.


En ese momento mi mente vuelve hacia atrás. Como si viera ante mi todo lo feliz que fui con ella.


Apago el mp3.


Porque recordar duele.


Saber que te falta lo más importante duele.


Sacudo mi cabeza y llego a la puerta de la casa.


Encuentro a mi pequeño piojo esperando en el sofá junto con Carmen quien le acaricia la cabeza.


-¿La encontraste?-me pregunta incorporándose cuando me ve con el aparatito que llevo en la mano.

Muevo la cabeza a ambos lados, ella se desanima y bosteza.

-Es mejor que vayas a dormir, piojo-digo  acercándome a ella y cargándola en mis brazos.

-No tengo sueño, quiero encontrar a Maggy-me dice cerrando los ojos y acurrucándose en mí pecho, durmiéndose por completo.

A veces no entiendo a este pequeño pedazo de niña  que sin ser nada de "Maggy" la quiere como si fuera su propia hermana.

Le doy un beso, subo las escaleras y la deposito en su cama junto con su osito de peluche.

Buenas noches mi piojito-le digo susurrándole al oído y dándole otro  beso en su pequeña frente.

¡Socorro!No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora