CAPITULO 3 ¿Y ahora qué?

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¡Rayos!¿Y ahora que iba a hacer?, me quede sentada en el retrete, había pasado alrededor de diez minutos o creo que más  ¡Santo cielo! las piernas no las sentía lo juro .En eso escuche algo, mejor dicho a alguien caminar por entre los baños.

-Shhh!…no hagas bulla Carmen-Era la voz de Lucas-La señora nos oirá y ahí sí que se enoja o nos despide.

Lo cierto era que aparte de ser Rosy tan extravagante, también era muy estricta con los empleados.

-Pero Lucas alguien vendrá, tengo ese presentimiento no quiero que nos despidan

-Nadie sabe lo de nosotros, mi amor, todos están durmiendo es todavía muy temprano-de hecho eran casi las 6 de la mañana.

-Tengo un mal presentimiento, mi vida – respondió la mujer.

Entonces a se me  prendió el foquito, ese que siempre se utiliza en casos de extrema emergencia.

Aclarándome la garganta y estirando un poco las adoloridas piernas dije

-Si no quieren que nadie se entere lo de ustedes dos, tendrán que ayudarme

Se notaba la fuerte tensión afuera, escucho como Carmen soltaba un ruidito ahogado

-Te lo dije, tenía ese mal presentimiento-le susurró al oído a Lucas-Quien se limitó a mirarla

Entonces se hizo un silencio glacial.

-Señorita Margaret-aclarándose la garganta anunció Lucas, ¿pero cómo carajos sabía su nombre?-¿En qué le puedo ayudar?

-Bien –<<no puedo, no no , que vergüenza>>-Necesitounpocodepapelhigienicoporfavor-dije tan rápido la frase que ni siquiera respire.

-¿Qué necesita que?-pregunto un confundido Lucas

-¿Acaso no hablé fuerte y claro?

-No, señorita

-Quizá tiene vergüenza de pedir ¡eso! (refiriéndose a los molestosos días de período y a  lo que usaban en esos casos)-le dijo Carmen  a Lucas-Las mujeres somos así de vergonzosas a veces con nuestro pudor.

-¿y que es “eso”?-pregunto aún más confundido Lucas.

-Mejor ve a ver si ya puso la gallina, yo arreglaré esto –haciéndolo girar y dándole palmaditas en la espalda.-Ve, rápido.

Lucas aún más confundido que antes salió sin decir nada tocándose el canoso cabello.

-Señorita Margaret ahora si estamos solas, ¿Pero que hace en el baño? ¿Porque no sale de allí?

-Verá, es que….-<<Al diablo, ya no aguanto más>>-Necesito papel higiénico por favor-sollozando le dijo.

A Carmen se le escapo una risita .Tosió para que no lo notara, pero era mu y evidente.

<<Ahora si seré el hazmerreír de todos aquí>><< ¿Por qué no me quede en casa?>>

-No se preocupe, yo le ayudaré…Pero… -aquella palabra se quedó flotando en el aire.

-Sí, lo sé...lo se  no diré nada ¡Lo juro!-dije  realmente cansada y molesta.

 Carmen salió del pasillo como alma que lleva el diablo, no duro ni cinco segundos y ya había regresado. Tocando la puerta del baño, abri recibiendo lo que quería.

Me lave los dientes, me duche, no había pasado ni cuarenta y ocho horas desde mi llegada y ya había tenido tres accidentes, si estaba salada era hora de bañarse con ruda o arreglar las cosas de otra manera.

¡Socorro!No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora