Prologo.

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Maldije una y otra vez ¿Por qué iba a estas horas del día a recargar el teléfono?... ¡Ah si, necesitaba hablar urgentemente con mamá! quien se encontraba en Maine arreglando un problema de oficina que había causada el mal jefe que tenía mi madre. Prácticamente mamá era la jefe del lugar, así que no me sorprendería si un día el señor Harris se va y le deja todo en manos de mi madre. 

Vi la hora en el reloj de mano que cargaba, lo cual marcaban ya las diez y treinta de la noche, solo a mi se me ocurre recargar a estas horas y un día Jueves, por lo cual las calles ya andaban solitarias.

  "Espero que la tienda de la gasolinera este abierta" Pensé mientras iba caminó a la tienda

Intente sacar mi teléfono, pero al hacerlo el dinero cayó al suelo, suspire pesado y me agache para recogerlos, y al instante que me levante, un chico empujo de mi hombro pasando como si yo no existiera; quede totalmente perpleja al ver que ni siquiera se había disculpado.

 Él chico iba acompañado de otro, con el mismo estilo del que paso por mi lado, trayendo en si un cigarro entre labios y una bolsa negra forrada con cinta adhesiva.

 Frunciendo el ceño seguí caminando al mismo paso que ellos.

Los dos eran casi parecidos, y aunque uno de ellos fuese de menos estatura que el otro, tenían el tipo de vestir igual. Su cabellos se hacían notar sedosos y brillantes por la luz que brindaban aquellos faros, y en las poleras que traían estos dos se les podía notar que de vez en cuando iban al gimnasio 

Ellos se desviaron del camino para ir a una tienda que ya se hacía cerrada y con poca iluminación. Mis nervios aumentaron y no sabía el  ¿Por qué? Ni siquiera sabía ¿Quienes eran? ¿Qué  hacían? O ¿Qué me harían por estar aquí? No estaba segura en este sitio y lo sabía en el momento que se cruzaron conmigo.

Pase por el lugar intentando ignorar y aguantando mis ganas de no voltear y verles bien los rostros a estos dos chicos, pero como dicen: "La curiosidad mato al gato" por lo que no puede evitar voltear a ver, y  agradecí que ninguno de los dos estuviera viéndome; uno estaba hablando por celular mientras que el otro estaba de espaldas. Seguí lo más rápido que pude hasta llegar a la gasolinera y me sentí aliviada de que aun la tienda estuviera abierta y que en el camino no me había pasado nada malo. Al menos llegue a la tienda.

Entre y pude ver que el lugar estaba opacado; la cajera del lugar tenía su mano sobre su mentón y con una cara adormilada, también se encontraba una señora limpiando de forma perdida y tratando de no cerrar sus ojos. Me dirigí hacía la cajera y trate formar un ambiente educado y amable.

-Hola, buenas noches este... - Me detuve, ella se acomodo  y se restregó la cara. - ¿Tienes recarga telefónica? - Ella asintió y retomo su postura, dijo que le dictará el numero de teléfono de una manera brusca y cansada. Al dárselos y pagarle a la cajera, deje el lugar lo más rápido posible.

Me fui por el mismo camino y para mi sorpresa me encontré a los dos chicos saliendo de la tienda donde se habían quedado. Uno de ellos me miro fríamente y desvió su mirada, siguió el ritmo de su compañero, ambos dos se susurraban cosas que no alcanzaba a oír, el otro chico parecía intimidado a lo que este le decía. Él ya había dejado de fumar y se encontraba haciendo algo en su teléfono.

Quería seguirlos para ver a donde se dirigían, pero mi edificio ya se encontraba al frente de mí; definitivamente esos dos chicos me habían dejado intrigada y con muchas ganas de saber ¿Que hacían? O ¿A que se dedicaban? Por alguna razón quería averiguar. Habían dejado una gran cantidad de dudas en mi, y su aspecto había llamado mucha mi atención.

Llegue al apartamento y llame a mi mamá. Le había hecho el comentario de que la Universidad estaba pidiendo un donación para la fundación "Make-A-Wish" una fundación para niños con condiciones especiales. Y aparte de la donación de ropa usada también teníamos que hacer un auto lavado para recaudar fondos ¿Genial, no? Después de llamar a mamá y responder todo el interrogatorio, decidí llamar a Yorleska, mi mejor amiga; Nos conocemos desde que teníamos memoria, más que una amiga mi confidente.

 Yorleska solo vivía cuadras de mi junto a su hermano Tyler. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico.

Estuvimos alrededor de dos horas hablando de las cosas que sucedían en cada una de nuestras vidas y de los planes que siempre hacíamos para divertirnos durante el fin de semana, ya eran las doce de la noche y mañana o más bien hoy tenía que ir a la Universidad y no podía faltar ya que había que entregar planos del edificio central de economía de Los Ángeles.

Estudió Arquitectura en Yale University, una de las mejores universidades privadas de todo el estado. Ahí habían salido los mejores arquitectos y los mejores planos de edificios para todo Estados Unidos.

Estaba sola en California, mi madre estaba en viajes de negocios, mi hermano mayor vivía en Maine y de vez en cuando me venía a visitar, mi padre y mi hermana... Ellos dos ya no estaban en este mundo.

Me dispuse a dibujar las últimos cosas que le faltaban al plano de el Edificio Central de Economía, pero no pude llegar al últimos detalles, ya que de un momento a otro había caído en el mueble quedando en un profundo sueño...

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Se que es corto. Espero que les guste ;) Y Bueno a seguir escribiendo.

"Eres mi espacapatoria" Estará detenida por un corto tiempo ya que esa novela la escribía los capítulos el mismo día y no me gusta esa técnica o esa manera de escribir. De está novela ya tengo 7 capítulos y los iré subiendo poco a poco. Será ficción, romance y acción, así que espero que les guste y se emocionen a leer más. Soy nueva en este "negocio" por decirlo así... Jajaja me da penita :3 Buenas Noches Guys o/ :*

El Talismán © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora