El Talismán © (Editando)

Capítulo 24 - Bajo tensión.

El lugar se había colocado tenso, y no era por el hecho que haya aparecido él, sino por las fuertes y matadores que se echaban Christian y Crey mutuamente, haciendo que los demás nos colocará los vellos de puntas.

Crey no se encontraba solo, y era más que obvio que no lo estaría; alrededor de unas veinte personas se encontraban estáticas atrás de Crey, y, aunque a simple vista vista pareciera que no nos veían, por la gran capucha negra que cubría la mayor parte de su cara - en combinación con los uniformes que estos traían - Sabía y sentía cada una de sus miradas vigilando todos nuestros movimientos.

La mano de Christian era un piedra junto a la mía. El silencio adornaba todo el lugar haciendo que lo detestará, de alguna u otra forma este tipo de situaciones me perseguían y no era más que engorroso, ya que no sabía como actuar, como hacer para que el sitio se tranquilizara y bajará la tensión e incomodidad.

-Bienvenidos... - La voz de Crey se hizo escuchar después de varios minutos. Mire a Erina y al igual que la chica se encontraban con temor por las palabras que había comentado Crey, su rostro era más pálido de lo que solían llevar minutos atrás, y el nerviosismo se hacía notar en sus manos de la cual estaban unidas y apretadas. Me preguntaba el ¿Por qué se encontraban así por una simple palabra?; di un suspiro para volver mi atención a Crey, y me sorprendí cuando lo atrapé mirándome con una sonrisa maliciosa, mi ceño se frunció haciendo que su sonrisa se hiciera más amplia, ¿Acaso es gracioso verme? ¿Tendría algún letrero que hacía que sonriera? Porque definitivamente no me explicaba su sonrisa.

-Hola, mi querida Elizabeth - Su voz salió más potente de lo normal, haciendo que un escalofrió invadiera de mi cuerpo. - Ustedes hacéis que todo esto sea una magnifica sorpresa para vosotros. - Su mirada nos examinó a cada uno de nosotros, haciendo que los nervios se me elevaran, y aún más cuando su mirada nuevamente se detuvo en la mía, apreté la mano de Christian, y al momento supuse que me miraba, ya que podía sentir sus preocupados ojos en mí, pero lo más confuso es que yo no hallaba la manera de quitarle la mirada de los ojos de Crey, estaba atrapada en su mirada.

Un brillo de un color rojo resalto en los ojos de él haciendo que me sobresaltará y cerrará instantáneamente mis ojos. Luego de un rato, los abrí, pero los deje clavados al suelo. No sabía que había sido eso y tampoco quería saberlo, estar con Crey al frente, solo hacía que me sintiera un poco intimidada, y que por alguna razón temiera de lo que podría llegar hacer. Suspire y esta vez Christian apretó de mi mano, ignoré su señal y deje mis vista en aquel brillante y blanco piso.

Un repentino dolor me impacto haciendo que mi cara se arrugará. Sin saber como acurrió, mi cara estaba de nuevo mirando a los ojos de Crey, quien ahora su rostro se encontraba tenso.

"...Elizabeth deja de mirar sus ojos; quitarle la mirada a Crey..." -La voz dulce y a la vez firme de Christian resonó en mi cabeza, pero definitivamente no encontraba manera alguna de hacerlo, era como si el me estuviera manipulando, y agradecí de que hallase sido por solo segundos. La aparte de forma veloz y miré sobre mi hombro, intentando no volver a caer en su mirada.

-Al parecer todos tenéis temor de vosotros, me pregunto el ¿Por qué? - Mi mirada se dirigió nuevamente al frente, él volteo a mirar a las personas quienes se había quedado estática por ese largo instante. La risa de ellas resonó en el lugar, un escalofrió volvió a recorrer en mi cuerpo por esa risa que sonó tan maléfica. Parecían de aquellas película de terror que provocaba que te escondieras dentro de tu sabanas. Dentro de la desesperación y miedo comencé a mover mi pierna - acto-, que solo sucedía cuando ya quería largarme de el lugar.

-No digas estupideces, Crey - Al fin se oyó a Christian responderle a una de las palabras que Crey había dicho. Lo miré y pude ver que aún su mandíbula se encontraba tenso.