Me daba por vencida, ya no había más nada que hacer, ya no había vuelta atrás y no habían opciones. Crey abriría ese portal y yo ya no estaría en este mundo, y eso era más que obvio.
Resoné mi nariz y di un suspiro pesado deslice mi mirada a la celda de al frente y note que Erina y Adam no estaban en ella, ni siquiera lo había notado, ¿A dónde se los habrían llevado? ¿Estarían vivos? Me paré de la celda algo a dolorida y me asome por las rejillas de metal; no se encontraba nadie aquí abajo, todo estaba solo y en silencio.
Algo nerviosa y asustada volví al asiento y me senté, busque en los bolsillos de mi pantalón y note que aún tenía mi teléfono, abrí mis ojos asombrada y emocionada, lo desbloquee y vi que tenía varios mensajes de muchas personas.
Abrí el buzón y note que uno de los mensajes era de Erina, y había llegado hace unos minutos, fruncí el ceño y lo abrí.
Erinaa.22:30pm
*Logramos escapar, estamos en el hotel. Christian llegó. Vamos por ti en unos minutos, no te preocupes, Elizabeth.*Leí el mensaje y una oleada de alegría se apodero de mi, fruncí el ceño sonriendo y con los ojos llenos de lágrimas, teclee rápidamente un simple "ok"
Escuche unos sonidos provenientes del exterior y decidí guardar el teléfono; subí de mis piernas y las abrace, esperando a que alguien pasará.
Tres chicos se detuvieron en mi celda, y en uno de ellos era Francisco. Lo mire con repugnancia y deje de abrazarme, para mirarlo con una de mis cejas elevadas.
− ¿Qué sucede? − Pregunté fríamente.
Uno de los chicos se movió hacía la puerta de la celda y la abrió entrando Con Francisco y el otro chico.
− Levántate – Ordenó Francisco. Lo mire por un momento e hice lo queme dijo, de inmediato los chicos se acercaron y me agarrón por los brazos haciendo que soltará un chillido.
− Vamos. − Salimos de la celda y nos detuvimos por un momento esperando a Francisco quien cerraba de la celda, comenzamos a subirlas escaleras y frío recorrió todo mi cuerpo, esto no me daba buena espina.
Cuando llegamos a planta baja nos metimos por uno de los largos pasillos, hasta llegar a una habitación. Algo extrañada fruncí el ceño y entre; los chicos me dejaron dentro de la habitación y se fueron, menos Francisco quien estaba sentado en uno de los muebles de la pequeña habitación.
El lugar no tenía ni una cama, ni cortinas, televisor, solo era ocupado con dos muebles de un solo asiento y un gran gabinete de mármol un poco viejo.
Me quede de pie en el medio de la habitación sin saber que hacer y esperando a que él digiera algo, pero a cambio, él solo saco su teléfono y empezó a teclear en la pantalla.
− ¿Qué hago aquí? − Me atreví a preguntarle luego de unos minutos.No recibí una respuesta de él, solo una simple mirada de que me callará la boca o me mataría.
Suspire y desvié mi mirada detallando la habitación, a decir verdad era un poco vieja, la pintura ya estaba desgastada, no había entrado a ninguna de las habitaciones, pero no imagine que fueran tan anticuada.
Luego de unos largos minutos de detallar y criticar cada detalle de la habitación la puerta se abrió, y se dejo ver a Dailen algo agitado y sudoroso.
−Acaban de llegar los idiotas, Crey no responde a mis mandados y están destrozando el lugar buscando a la chica – Mis ánimo se elevó automáticamente y sin poder evitarlo sonreí, sabía que mi ángel había vendido a rescatarme, confiaba en que Christian estaría aquí en unos minutos y salvarme de toda esta situación.
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El Talismán © (Editando)
Ficción General"....- El chico es frívolo, sarcástico, orgulloso y un poco egocéntrico. - Comentó mi amiga al ver que lo veía fijamente. Era hermoso y muy misterioso. - Es demasiado reservado no esperes saber mucho de el..." Obra registra en SafeCreative. Código:1...