Capitulo 9 - El no beso.

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Después de quince minutos, ya nos encontrábamos en el edificio. En todo el camino venía totalmente nerviosa y asustada por la gran velocidad en la que Christian conducía.


Baje de la moto y me quite el casco entregándoselo con una penosa sonrisa. Sus facciones eran oscuras y sin ninguna expresión, sus ojos se encontraban de color negro, sus labios estaba en una línea; Christian estaba totalmente serio.


Tome un suspiro y dije en susurro: Gracias por traerme. ­- Baje mi rostro intimidad por la gran mirada fría que Christian me había lanzado.


-No hay de que... - Esforzó una sonrisa. Aunque su sonrisa fuese falsa aún seguía siendo hermosa y perfecta. - Necesito hablar contigo, pero no puedo hacerlo aquí. - Todos mis sentidos se iluminaron; esto era lo que estaba esperando todo la noche. Tenía que aprovechar la oportunidad que me ofrecía Christian, solo así podría conseguir responder todas las preguntas que se encontraban con una incógnita.


-Claro, vamos a mi apartamento. - Dije con una sonrisa triunfadora. Él despegó la llave de la moto y camino junto a mí hasta la puerta.


Introduje la llave del apartamento quien como siempre se encontraba solitario, encendí las luces y deje las llaves en la mesa.


-Toma asiento, ya vengo. - Dije tratando de encender el iPhone, me dirigí al cuarto, busque el cargador y lo enchufe. El iPhone encendió diciéndome que la batería estaba completamente cargada, fruncí el ceño y negué. Busque en la lista de contactos a Yorleska para enviarle un mensaje de que ya me había ido del club; de seguro se molestaría por no avisarle.


*ANTES QUE TODO, LO SIENTO. YA ESTOY EN LA APARTAMENTO ME SENTÍA MUY MAL; LAS COPAS SE ME PASARÓN*


Varios segundos después llegó un mensaje de ella.


*TE MATARÉ MAÑANA; UN CHICO QUERÍA CONOCERTE, ERA TOTALMENTE GUAPO. HABLAMOS MAÑANA*


Deje el teléfono en la cama y me dirigí a la sala donde Christian se encontraba parado en el ventanal mirando la gran vista que daba California. Todos los edificios iluminados, los carros dirigiéndose de un lado a otro, las estrellas y la luna que se encontraban como siempre con su luz resplandeciente. Me senté en el mueble y aclaré mi garganta tratando de llamar su atención; Él volteo y descruzo sus brazos caminando al mueble que estaba al otro extremo. Lo mire un momento y me digne a hablar primero, no podía aguantar más las ganas de que respondiera todas aquellas preguntas.


-¿De qué querías hablarme? - Dije elevando una ceja. Él me miro totalmente serio, las facciones de risas y miradas burlonas se había desaparecido.


-¿Qué escuchaste en el almacén?


-Por si no lo sabes, no escuche mucho ya que tu amigo utilizo algún tipo de brujería para que me desmayará.


-¿Brujería? ¿Mi amigo? - frunció el ceño con una sonrisa, el Christian serio no había llegado a mucho tiempo.


-Sí, ¿Eso es lo que tú y Travis practican? ¿No? - Pregunte insegura.


El Talismán © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora