Capitulo 40 - Gracias por la ayuda, Adam.

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Luego de discutir algunas cosas con respecto a lo sucedido con Travis y Christian, Adam había sugerido descansar ya que mañana sería un día pesado y tendríamos que tener las fuerzas suficientes, aunque yo sabía que eso no sucedería, obedecí y me despedí de los chicos dirigiéndome a una de las habitaciones.

Por suerte ellos habían comprado también un paquete de tres noches en el hotel, así que no tendrían que estar por las peligrosas calles de Santa Mónica buscando o yendo a quién sabe donde.

Luego de que Sharlene me diera una pijama prestada, me dirigí al baño y me cambie. Camine a la cama y me acosté en ésta desbloqueando mi teléfono y viendo el Facebook e Instagram, luego de unos segundos me aburrí y lo volví a bloquear dejándolo en la mesa de noche que había en la habitación; me enrolle en la sabana y cerré de mis ojos tratando de dormir con todos los pensamientos rodeando mi mente.

Al medio de la madrugada me levanté sin saber el ¿Por qué?, mire al otro lado de la cama y observe a Erina en lo más profundo de un sueño; suspire y deslice mi mano tocando de la mesa de noche para saber en donde estaba mi teléfono, al encontrarlo lo desbloquee y al hacerlo un mensaje llegó a éste instantaneamente, fruncí el ceño y lo abrí; ¿Quién me mandaría un mensaje a las... tres de la mañana?

Número desconocido. 3:15am

Despierta? Necesito hablar contigo

Es urgente.

Adam.

Fruncí el ceño extrañada al leerlo, sin pensarlo me levante de la cama colocándome los botines, me deslice hacía la puerta de la habitación tratando ser lo más silenciosa que podía, para que Erina no se despertará. Mientras me desplazaba hacía la puerta tecleaba en la pantalla del teléfono la respuesta al mensaje de Adam.

Número desconocido. 3:17am

Adam?

Qué sucede? Es algo malo?

Bloquee el teléfono y justo en el momento que iba a guardarlo en las orillas del mono sonó haciendo que me sobresaltará y abriera los ojos; lo apreté y cerré mis ojos rezando para que Erina no se levantará.

Voltee a verla y me asuste un poco cuando vi que se movió, me quede por un momento estática esperando algún u otro movimiento de ella, pero no sucedió, suspire aliviada y deje de apretar el teléfono, lo volví a desbloquear y abrí la ventana de mensajes.

Número desconocido. 3:18am

Puedes salir al pasillo de la habitación?

Necesito hablar contigo, tal vez esto sirva de ayuda.

Decidí no responder, bloquee el teléfono y esta vez si pude meterlo a las orillas de mi pantalón con total calma.

Abrí de la puerta cautelosamente y la cerré de igual forma, camine al pasillo y me detuve al verme en el pequeño espejo que tenía en una de las paredes; estaba terrible, mi pelo parecía que me hubiesen lanzado una bomba, y en definitiva no me iba a presentar hacía con éste aspecto ante Adam, rodee los ojos y quite la cola de mi cabello entre jalones, lo peine un poco y me hice una trenza de lado y luego la amarre con la cola para seguir caminando.

Agarre la tarjeta de la habitación y al salir de ésta me sobresalte al ver a Adam recostado en la pared de los pasillos del hotel, con los brazos cruzados y la capucha de su sudadera negra cubriendo parte de su rostro ya que se encontraba escribiendo algo en su teléfono, cerré la puerta de la habitación con cuidado y luego me crucé de brazos al igual que él.

Él dejo su teléfono y levanto su vista hacía mí, me detallo por un momento y luego sonrió divertido, lo mire frunciendo el ceño.

- ¿Qué sucede? - Pregunté confusa por su sonrisa.

El Talismán © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora