0. EL INICIO

160 19 8
                                    


Noche del 20 de marzo

Después de un día entero de celebraciones en Vaneshvill por el equinoccio de marzo, el detective Hudson iba en su auto camino a casa, había sido un día largo. Tuvo que  quedarse el día entero en la oficina tratando de ubicar a un chico que no se le veía desde el día anterior. Los padres del joven habían reportado que su hijo no aparecía desde la noche anterior, esto era raro ya que el no solía perderse así, además, las celebraciones y fiestas de ese día eran algo a lo que el chico nunca faltaba.

Su teléfono vibró, lo sacó de su bolsillo y contestó.

-Detective Hudson, diga. - aquel que había llamado era un policía que trabajaba también en la comisaría.

-Siento incomodar detective, sé que ya acabó su turno, pero es que hemos encontrado algo en el bosque.

-¿Qué es?

-Parece ser un cuerpo.

-Enseguida voy, mándeme la ubicación. - algo en su corazón le decía muy probablemente de quien era ese cuerpo.

-Se la mandaré inmediatamente, ya van llegando más patrullas. Aquí estaremos.

Al cabo de unos minutos conduciendo, el detective parqueó su auto a la orilla de la carretera. Bajo de este y paso por debajo de la cinta policiaca que abarcaba desde la carretera hasta meterse en el bosque. Habían varias patrullas, tal como dijo el policía. Paso al lado de varias personas, civiles, que miraban la escena. Se acercó hacia su ayudante, que a diferencia de él había llegado hace rato. Le hizo un gesto de saludo con la cabeza.

- Linda noche para encontrar cuerpos, ¿no? - al parecer su chiste no le hizo mucha gracia a su ayudante.- Jhonson ponme al día con todo esto.- el joven le hizo una seña para que lo siguiese. Una vez caminando le empezó a relatar lo que ocurrió mientras se adentraban en el bosque.

-Un cazador hizo el reporte, según cuenta estaba en busca de un zorro, cuando se tropezó con lo que él pensó que era un animal, lo miro bien y era el cuerpo de un chico.

Al detective se le confirmaron todas sus sospechas, al parecer habían encontrado al chico.

-Espera, ¿dices un chico?, ¿el que llevamos buscando desde ayer?

-Véalo por usted mismo detective.

Sin darse cuenta ya habían llegado a lo que era la verdadera escena. Al lado de un tronco, había un inmenso charco de sangre, ya casi seco, en el estaba el cuerpo boca arriba de el muchacho que llevaban buscando. El chico no llevaba camiseta.

El detective Hudson sacó una pequeña linterna del bolsillo de su chaqueta que siempre cargaba con el, a su vez, el oficial Jhonson le dió unos guantes de latex. Se acercó hasta el cuerpo.

-Tiene hematomas por todo su torso y su rostro, le dieron una golpiza tremenda.- Comenzó a examinar el cuerpo del chico.- Su cuello esta cortado. Jhonson no les basto con solo cortarle el cuello, también le dispararon en su pierna izquierda, supongo para evitar que  corriera.- El oficial Jhonson se acercó para darle una mano al detective.

-Y en su pecho un disparo, de escopeta.- concluyó.-Es el chico.- terminó por afirmar.

No podía creer la escena tan horrible que tenía en frente.

-¿Por qué alguien querría matar a un joven tan bueno como Miller Black?

-Dicen en el pueblo que al parecer...no era tan bueno como parecía. -respondió uno de los oficiales.

El detective noto algo en la muñeca derecha del chico que yacia sin vida, se acercó un poco más y distinguió algo un tanto extraño.

-Aquí hay algo Jhonson, acércate. - este le obedeció y se acercó.

-Es un símbolo, una estrella de cinco puntas detective.

-Al parecer su asesino se quiso identificar de una manera extraña.

Hudson se dio la vuelta, vio que un señor alto, de cabello oscuro, se acercaba corriendo, era el padre del chico y candidato a la alcaldía de Vaneshvill. Detrás de él venían lo que parecía ser su esposa y su otra hija. Dos policías le interrumpieron el paso al sujeto.

-Hudson dime que no es el.- exclamó en un tono desesperado el padre, mientras la madre abrazaba a su hija que estaba llorando.

- Lo siento mucho. - dijo el detective.

Sabía que la noticia era fuerte, pero sin ningún pelo en la lengua lo dijo.

-Es Miller, lo han matado brutalmente.

Al escuchar eso el padre cayo de rodillas al suelo, empezó a gritar por su hijo, la madre solo abrazaba a su hija que estaba exactamente igual a su padre.

Para el detective todo esto resultaba muy extraño, detrás de un asesinato tan violento debía de haber un monstruo, pero en el pueblo se conocen entre la mayoría, y no había tantos visitantes en aquella época de marzo. Eso solo le dio la idea de que, quien fuese el que haya cometido tal acto, no estaba muy lejos de conocerlo.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora