2. PRIMERO DE SEPTIEMBRE

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Ariana

Habían pasado unas semanas desde que regresé al pueblo. Ya estaba preparada para regresar a clases el próximo día. No sabía que esperar o que pensar, todo esto resultaba un poco incómodo, diría yo. Por otra parte iba a reunirme con Miller, tenía muchas cosas que explicarle, no quería tener esa conversación en la escuela, así que cuadre una cita en privado con él.

Miller Black era la imagen perfecta del buen chico que no es tan bueno.

Siempre tan encantador con sus ropas caras, sus lujosas joyas, y siempre usando un rolex en la muñeca izquierda. Era un poco más alto que yo, con un cabello castaño oscuro, casi llegando a ser negro, ojos grises y con un peinado bien arreglado, un sueño para cualquiera.

Llegue a nuestro punto de encuentro, un callejón que cruzaba llegando al bosque, siempre fue nuestro lugar seguro. Unos minutos después llegó él. Me hizo una seña de saludo con la cabeza.

-Ariana. - dijo fríamente, sin una expresión en su rostro.

-Miller.

Intente abrazarlo pero este inmediatamente me alejo.

-De verdad lo siento, te debí dar al menos una razón de porque me fui. - se acercó más a mí.

-Te fuiste, pero me dejaste acá metido en un lío Ariana, dijiste que lo arreglarias.

-No, no puedes culparme por haberme ido, si te cause problemas, créeme que no fue mi intención, insisto en que lo siento.

-¿Que no puedo culparte? Claro que puedo hacerlo. ¿Aún así te atreves a decir que no fue tú culpa?, era tu responsabilidad.

Lo mire directamente a los ojos.

-No te victimices, que no te queda ese papel, ¿Crees que eres el único al que jodieron?. - le cogí de la cara y le implante un beso en los labios, tenía una expresión de confusión. Así que me acerque y le susurre en el oído.

-Yo lo sé todo, sé demasiadas cosas de ti, así que no te conviene tratarme de ese modo tan grosero.

Me aparte y le sonreí.

-Nos vemos luego Miller. - Le deje ahí y me fui.

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Primero de septiembre, llego el día, hora de recuperar mi vida, hora de volver a la prestigiosa Royal van school, mierda.

Ya estaba lista, había desayunado, estaba arreglada, por primera vez en mucho tiempo sentí que me veía... Hermosa. Papá Jackson me llamó a su estudio. Toque la puerta y pase, estaba sentado en su escritorio con la vista en unos papeles.

-¿Me necesitabas papá?

-Ya que vuelves a ese instituto o escuela, lo que sea, quiero que sepas que si no quieres seguir tú relación con el joven Miller, tu padre y yo te apoyaremos.

Me quede pensando, si bien era cierto que mi relación con él no era la más sana, ya era muy tarde, no podía dejarle, no por mi, si no por el, en cierta manera el dependia de esta relación, ya lo jodi una vez al irme, no lo iba a joder otra más.

-Papá a pesar de todo, seguiré con el, así que, ¿algo más?

-Bueno si así lo decides, Dominik te está esperando abajo.

-¿Ahora si llamas al chófer por su nombre?.- hizo una seña con la mano para que saliera de ahí.

Baje y efectivamente Dominik estaba esperándome, una vez que me subí arrancó el auto. Al cabo de unos treinta minutos llegamos, parqueo una cuadra antes, le pedí que lo hiciera para no llamar tanto la atención, le agradecí y me baje. Acomode mi mochila y dispuse a caminar hacia la escuela.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora