29. CONSUMIDO

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Miller

Las náuseas aumentaron con el pasar de los días. Estaba completamente consumido en el recuerdo de esa noche. Mi cuerpo se sentía distinto, como si hubiera algo dentro de el que no debería estar.

Tengo la plena sensación de que voy a enloquecer, y lo haré porque está noche tendré que ir a otra sesión de las sombras de Vaneshvill.

-¡Miller!.- No paraba de tocar la puerta.- Necesito el baño.

-No molestes Camille, ve al tuyo.- Seguí mirándome en el espejo, todo parecía estar normal, pero no era de la manera que me sentía.

-¿Estás idiota?- Seguía tocando.- Tú eres el que está en mi baño.

¿Qué? No era posible. Mire a mi alrededor, estantes de maquillaje, lociones, toallas rosadas, ¿Cómo mierda me confundí de baño viviendo acá toda mi vida?

-Desde que volviste del viaje con los Wayne parece que vivieras en otro mundo.- Alego cuando salí del baño. Entro enseguida.- Y la próxima vez que uses mi baño procura no demorar dos horas.

-Que graciosa, estuve diez minutos.- La confusión en su rostro fue notoria.

-No lo decía en broma.- Cerro la puerta.

Regrese a mi habitación extremadamente confundido, ¿Qué estaba pasandome? ¿Por qué la realidad ya no se sentía como tal?. Decidí dejar de pensar, por lo que me metí dos pastillas de Clonazepam cayendo dormido por el resto del día.

Pasaron dos días, seguía igual, confundía las horas y cosas tan básicas como entrar en el salón de clases correcto. Estaba alucinando, veía cosas que no estaban, como ver la fogata del bosque en el campo de golf. Veía sus rostros por todas partes.

Salí de una de mis clases del día, seguía gimnasia, por lo que me dirigí a los vestidores. Varios chicos me saludaron pero yo estaba tan sumido en mi mente quebrantada que los ignoraba. Al llegar abrí mi casillero metiendo el blazer del uniforme.

-Te hemos extrañado Black.- Escuché una voz detrás mío, me gire para mirar quién era, quedé paralizado de inmediato.- ¿Te quedaste mudo?

-No, no es posible.- Dije.- Tú no puedes estudiar aquí Alec.- Reconocería su rostro en cualquier parte.

-¿Estas seguro que estudio en Royal Van?- Se acercó.- ¿O solo es otra de tus alucinaciones de esa noche?- Solto una pequeña risa.

-No eres real.- Salí de ahí rápido. Llegué hasta las canchas de gimnasia dónde estaba toda la clase.

-¡Black! ¿Por qué mierda traes tu uniforme puesto?- Grito el entrenador apenas me vio.- Ve y te cambias de inmediato.- Pude notar cómo Carter me miraba desde lejos, que a diferencia mía, llevaba unos pantalones cortos y una camiseta gris con el logo de la escuela.

-Prefiero no cambiarme.- Asegure, no volvería a esos vestidores, tenía miedo de volver a alucinar con el chico del culto.

-No fue una petición.- Mi familia ya no tenía influencia en esta escuela, menos después del escándalo del vídeo, por lo que no me quedaba otra opción que obedecer. Camine rápidamente hasta los vestidores. Tenía la mano en la perilla cuándo la puerta se abrió.

-Hey.- Me saludo Marcus, veíamos está clase juntos también.- ¿Miller?

-¿No hay nadie más ahí dentro?- Pregunté. Me miró confundido.

-Creo que hay unos cuántos chicos cambiándose. ¿Por qué?

-¿No has visto a uno alto, acuerpado, pelinegro y de ojos...- Ya no lo recordaba.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora