21. HALLOWEEN

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Ariana

31 de octubre, eso solo significaba una cosa, halloween.

Era tradición entre los estudiantes de Royal Van pasar la noche en una fiesta, que por lo general siempre organizaba André. Está fiesta para muchos era considerada la mejor del año. Mi teléfono timbró, me había llegado un mensaje.

André: La fiesta de halloween de este año no se celebrara en mi penthouse como de costumbre, el lugar de la fiesta se cambió. Esten pendientes, daré la dirección faltando una hora para que empiece.

Acababa de salir de mi última clase del día, la cual tome sola debido a que Camille no ha aparecido desde que se filtro ese vídeo en el debate.

-¿Cómo sigue?- Pregunté a Miller quién me acompaño hasta los casilleros.

-No ha salido de su cuarto desde ese día, solo la escucho que discute todos los días con alguien por teléfono.

-Supongo que con el profesor Matthews.- Su mirada se torno confusa.

-¿Tú sabías que se aprovechaban de mi hermana?- Dude si decirle la verdad.

-Me entere hace unos días, antes del debate.- Aclare.

-O sea, ¿Fuí el último en saberlo?

-Lo siento.- Su mandíbula se tenso, podía notar lo enojado que estaba.

Fuimos caminando en silencio hasta la cafetería. Algo que siempre me agrado de nuestra relación era que los silencios incómodos no existían. Pedimos algo de comer y nos sentamos.

-¿Nos disfrazaremos en pareja está noche?.- Me preguntó.

-Como todos los años ¿no?- Era algo en lo que siempre estábamos de acuerdo, aún cuando ya no había nada romántico entre los dos seguía siendo divertido el plan.

-¿Y que tienes en mente? -Una risa apareció en mi cara.- ¿De que te ríes? ¿Cuál es el disfraz?

-No es nada vergonzoso, de eso no te preocupes. Enviare a unas maquilladoras en la tarde a tu casa.- Sus ojos se abrieron.

-¿Me harás maquillarme? -Me levanté dispuesta a irme.

-Nos vemos en la noche, no llegues tarde.- Lo deje en la cafetería, mientras me dirigí a el estacionamiento.

Primero tenia que ver cómo seguía Camille, por lo qué fui hasta la mansión Black. Llegué y estacione. Toque la enorme puerta, no tenían ninguna persona que les ayudará con la casa, por lo tanto tenían que abrir ellos. Espere unos minutos, iba a irme hasta que por fin abrieron. Mi emoción de ver a mi mejor amiga se fue en cuanto ví a su madre.

-Eres tú, pensé que era alguien importante, ¿Ahora que quieres?- Pregunto sin rodeos, no le interesaba ser amable. Tenía un vaso de whisky en su mano, como era costumbre, a esta hora del día ya se encontraba completamente ebria.

-Vine a ver a Camille.

-Esta en su cuarto, suerte con que te abra.- Sin más pase por su lado dirigiendome hacia el segundo piso, su cuarto estába ahí.

-¿Camille?- Dije golpeando su puerta.- Necesito saber si...-Y entonces abrió.

Estaba hecha nada, de pies a cabeza. Tenía unas ojeras que se notaban a distancia, su cabello no estaba arreglado como de costumbre, y lo que me alertó fue que tenia una botella de vodka en sus manos. Entro en su cuarto dejándome pasar, se acostó en su cama.

-¿Que crees que haces?- Le quite la botella de la mano.

-Ahogo mis penas.- Su mirada estaba puesta en el techo.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora