3. AQUEL PARQUE DE VANESHVILL

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Ariana

Siempre tuve la sensación de estar encerrada, era como estar en una habitación viendo el mundo pasar y avanzar, mientras yo seguía estancada en esas oscuras cuatro paredes, como si fuese imposible salir de ahí.

Nunca en mi vida sentí que un día durará tanto, hasta hoy. Era ya casi medio día, solo quedaba una clase y esta tortura acabaría.

Después de tomar algo en la cafetería dispuse a ir a la última clase unos minutos antes, aveces me gustaba llegar temprano para estar sola, sin nadie. Pará mí suerte entre a el aula y no estaba sola, había alguien más, sentado en la primera fila, leyendo un libro de poesía. Le pasé por el lado y me senté, pensé que iba a estar en silencio pero empezó a hablar.

-"El arte es para consolar a aquellos que están rotos por la vida."

-Vicent Van Gogh. - No me había dado cuenta de que terminé la frase por él. Me miró confundido.

-Es increíble que tenga que citar una frase para que me hables, o siquiera me mires Ariana - Me hizo estremecer la forma en la que pronunció mi nombre.

-Disculpa ¿y tú quien eres?

Por supuesto que si sabía quién era, simplemente que su actitud con Camille me hizo darme cuenta de que no parecía ser alguien tan agradable, era mejor mantenerlo alejado.

Dejó de mantener su vista en ése libro y la posó en mí. Sacó oro libro de su maleta, lo puso en mi pupitre.

-Dorian Gray te lo recordaría mejor - dicho eso me guiño el ojo y volvió a sentarse a leer.

-Marcus, así te llamas, ¿no?

-Exacto ese es mi nombre - tenía una sonrisa en su cara y me miraba de reojo.

-Lo sé porque lo dijiste ahorita en la charla de bienvenida.

-¿Sabes algo? Te daré la razón, porque si dije mi nombre en la charla, pero tú y yo sabemos que ya nos conocemos, ¿o acaso no quieres que tú amiga sepa que te agrado?

Lo mire sorprendida , este idiota era un intenso, que más daba si no recordaba quien era él.

-Marcus con una charla y un café no puedes predecir si le agradas o no a las personas. - y es que era cierto, si fuese por eso yo le agradaría a medio mundo.

-No me importaría si fuese de alguien más de quien se trata, pero tú me intrigas, mucho.

Me quedé callada, iba a responder pero los demás estudiantes empezaron a entrar en el aula de clase. Miller me saludo con un beso, no se sentía tan bien, se sentía como si estuviéramos obligados a hacerlo. Después nos sentamos.

El profesor llegó, dejó sus cosas en su escritorio, puso su nombre en la pizarra.

-Profesor Matthews, espero y nos llevemos muy bien todos, este será un año muy bueno, lo presiento, pero por el momento les presentaré a los nuevos estudiantes.

En ese momento entraron los dos chicos y la chica que vimos ahorita, uno detrás del otro.

-Podrían presentarse si gustan.

El de la sombra de barba se puso enfrente y de mala gana se presentó.

-Mi nombre es Carter Jones, y no espero agradarle a ninguno de ustedes.

Tenía un aura tan rara, claro que los tres la tenían, pero él parecía problemático, peligroso. Carter puso sonrisa falsa y dio paso al otro chico.

-Yo soy Dante Beckham, por el contrario yo si espero que nos llevemos bien. - se le notaba un tanto... Emocionado.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora