26. MALA PASADA

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(Canción: Tonight you belong to me - Patience and prudance)

Miller

¿En qué me había metido?

Había pasado una semana desde la noche en el bosque, estaba más confundido que nunca. No paraba de pensar en eso, casi muero, y ahora me había unido a una especie de culto para sobrevivir.

-Hey, Miller.- Luke movió mi hombro. La clase aún no terminaba.- ¿Te pasa algo?

-Estoy bien.- No soné nada amable.- Lo siento, solo ando un poco estresado estos días.

-Llevas más que días así.- La alarma que daba fin a las clases sonó. Cogí mi mochila y salí de ahí sin despedirme. Nadie podía enterarse de lo que estaba sucediendo.

Al terminar las clases no regrese a mi casa, fui directo en mi Jeep hasta la casa del bosque. A esta hora del día solo se encontraba Carter. Estacione enfrente de la casa, me acerque hasta la puerta de la entrada y toque, se abrió enseguida.

-¿Qué haces acá? No te veía desde la semana pasada.- Carter estaba sin camisa, quite mi vista de el y lo seguí hasta la cocina.

-Trataba de procesar todo.- Me acerque hasta el.- Tengo preguntas, y quiero que tú las respondas.- Se alejo de mi y camino hasta los gabinetes sacando una caja de cereal que empezó a comer.

-¿Qué te hace pensar que yo sé algo?

-Es una locura, ¿Por qué estás en ese maldito culto?- Paso por mi lado.

-Porque no tengo a dónde ir.- Frunci el ceño.

-No entiendo a qué te refieres con eso.- Eso lo hizo reir, pero sonó más a una risa irónica.

-Piensa más allá Miller.- Dejo la caja de cereal en el mesón.- ¿Qué pasará cuando nos graduemos? Tú y tus ricos amigos, junto con tu millonaria novia, se irán de Vaneshvill a estudiar en otros países. Estudiaran en universidades extremadamente costosas disfrutando de su vida, mientras que personas como yo nos quedaremos atascadas en este pueblo de por vida, porque no tenemos como salir de aquí.

-Carter.

-Me quedaré toda mi vida acá, y no tengo nada. Al menos las noches en las sombras de Vaneshvill me sacan de mi maldita vida. A parte, Dante y Dalia están ahí, uno más por voluntad y la otra más por obligación, pero son lo único que tengo.

-Creeme, entiendo tu punto pero...- Se acercó hasta mi.

-Jamás lo entenderías, tampoco te pido que lo hagas. Me agradas Miller, pero venimos de mundos muy distintos.- Me dió la espalda y camino hasta la sala dejándose caer en el sofá. Me senté a su lado, saque del bolsillo del blazer de mi uniforme una pequeña bolsa en la que habían tres pastillas. Puse la bolsa en su cara zarandeandola.

-¿Y si nos divertimos?- Lo pensó por un momento, hasta que asintió.

Me quite el blazer dejándolo a una lado. Abrí la bolsa, dejando las tres pastillas en la mesa de café. Con el cenicero que había moli las tres pastillas haciéndolas polvo. Del blazer saque mi billetera, cogí la tarjeta bancaria e hice dos líneas con el polvo. La guarde y saque un billete, lo enrolle y se lo pase a Carter quién me observaba.

-Tú primero.- Cogió el billete enrollado, se acercó hasta la mesa e inhaló rápidamente su línea. Ahora me pasó el billete. Lo cogí e inhale mi línea. Tire mi cabeza hacia atrás. Cuando lo imhalabas, entraba más fuerte y el efecto era casi inmediato. Voltee a mirar a mi lado, Carter estaba igual.

-¿Carter?- Lo moví, pero no decía nada, tenía su mirada hacia arriba, me dió a entender que ya estaba lo suficientemente drogado.- Iré al baño.- Tampoco dijo nada.

Si las mentiras fueran personas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora