Capítulo 14.5: Tephen Platealuz II

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El grupo de participantes al trono se reunió fuera del gimnasio para esperar sus fichas de estudiante

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El grupo de participantes al trono se reunió fuera del gimnasio para esperar sus fichas de estudiante. Tephen sospechaba que la ficha de Ezear no llegaría, y se preguntaba si sería por obra del guía o por obra de alguien más arriba en la jerarquía de la academia.

Un hombre robusto llegó corriendo hacia ellos, empapado en sudor.

—Hola —dijo ahogado, respirando con fuerza—. Sus fichas están en esta bolsa —Le entregó la bolsa a Tephen para que las repartiera—. Ezear, la tuya se perdió.

Todos volvieron a ver al instante, sin ficha, no podía entrar al gimnasio, ni a ninguna instalación que no fueran las aulas normales. Tephen notó con su autoridad que no mentía.

—Pero te conseguí esto por mientras —agregó el hombre, tendiéndole una carta a Ezear.

El guía no había parado de correr desde el momento que se enteró que la ficha de Ezear había sido destruida. Fue hasta el palacio para contarle al rey, porque este ya le había advertido anteriormente que su cabeza era la que pagaría si algo malo le pasaba a Ezear. Volvió a la academia con una carta firmada por el mismísimo rey, que amenazaba a cualquiera que le negara el paso a Ezear a alguna de las instalaciones de la academia. Incluso Eosh fue presencialmente hasta la academia para hablar con el director, algunos que lo vieron pasar dijeron que nunca habían visto al rey tan enojado.

—Esta carta te dejará entrar a cualquiera de las instalaciones mientras aparece tu ficha, está firmada por Eosh, solo debes mostrárselo al tutor que les toque en ese momento y listo.

Ezear desdobló la carta y la leyó. Tephen vio como se le puso la piel de gallina a Ezear.

Los demás estaban sorprendidos. Los duques Faelo y Levion ardían en ira por dentro, ya que ellos habían influenciado económicamente para hundir a Ezear en la academia, sus familias se enojarían bastante.

—Ahora entren al gimnasio —dijo el guía—. Ezear, quiero hablar un momento contigo.

Todos entraron al gimnasio mostrando sus fichas, y mientras los demás siguieron adelante, Tephen se quedó en la puerta esperando.

—¿Tu ficha? —preguntó uno de los tutores del gimnasio a Ezear cuando trató de entrar, sabiendo que no la tendría.

Ezear le tendió la carta y el tutor vio que tenía el sello real impreso. Trago saliva.

—Te pedí la ficha —volvió a decir el tutor, queriendo ignorar la carta.

—Te recomiendo que la leas —comentó Tephen— puede irte muy mal si no lo haces.

El tutor titubeo, el tono de voz del muchacho Platealuz estaba lleno de seguridad, por lo que no le quedó de otra que tomar la carta y leerla. Quedó pálido, miró a otro de los tutores que estaba cerca de la puerta y le tendió la carta, este la leyó y también perdió el color de su piel. Le devolvieron la carta al muchacho y lo dejaron pasar, pidiendo disculpas por la forma grosera que lo trataron.

La Invasión de los Marcados [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora