𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑊𝑖𝑠ℎ𝑒𝑠, - 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 [Draco&tu] +18

Capítulo 31

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Las cosas estaban empezando a ir bastante mejor: Draco y yo estábamos mejor que nunca después de nuestra maravillosa reconciliación y había vuelto a acercarme a mis amigos, los cuales no han parecido tener ningún tipo de rencor o molestia hacia mí.

—¿Tienes ganas de que llegue la hoguera de fin de año? —me preguntó Hermione mientras subíamos las escaleras para ir al aula de Adivinación.

—Claro que las tengo, la pregunta es ¿quién no las tiene? —pregunté de buen humor.

La hoguera de fin de año era una tradición de Hogwarts en la que el último miércoles del curso todos los alumnos se reúnen en una hoguera que se hace en los jardines, y pasamos el rato y nos divertimos.

La verdad es que sí que tenía muchas ganas de que llegase la hoguera, ya que mis amigos me han dicho que todas las hogueras a las que han ido estos años atrás han sido bastante entretenidas y divertidas.

Cuando acabaron las clases, me dirigí hacia la pista de Quidditch; habíamos quedado para ver entrenar a los chicos y a Ginny, ya que al igual que la hoguera, mañana también se disputaría un importante partido Gryffindor-Slytherin, que determinaría quién es el campeón de la Copa de las Casas este año. Yo, por mucho que la mayoría de mis amigos fueran Gryffindor, voy a ser leal a mi casa y voy a apoyar a Slytherin con todo.

—¡____! -exclamó María—. ¡Aquí arriba! —alcé la cabeza y vi a mis amigas en una de las gradas, por lo que subí.

—¿Qué tal van? —pregunté jadeando de cansancio una vez llegué arriba.

—Pues hasta hace unos minutos, ambos equipos se estaban peleando por ver quién se quedaba la pista para entrenar esta tarde. —me explicó Hermione—. Al final han llegado al acuerdo de repartirse la mitad de la pista cada uno.

—¿Han llegado a un acuerdo ellos solitos? —pregunté incrédula.

—Por mucho que te extrañe, sí. —rió María.

—Y ¿dónde está Draco? —pregunté al notar que estaba todo el equipo menos él.

—Ni idea. —me contestó Herms.

Minutos después, apareció volando con su escoba.

"Allí está". Giró la cabeza hasta nosotras y le saludé con la mano, pero creo que él no me vio, porque no me devolvió el saludo.

Cuando acabó el entrenamiento, me acerqué a los vestuarios de Slytherin, donde estaban todos los jugadores guardando sus cosas.

—Hola. —le dije a Draco apoyándome en la taquilla de al lado de la suya.

—Ah, hola.

—Sois muy buenos, seguro que mañana ganáis. —le dije con una sonrisa.

—Ya. —dijo cerrando la taquilla y volteándose para salir.

Qué raro está.

—Vamos a ir a la Hoguera, ¿verdad? —dije yendo tras él y cogiéndole una mano para entrelazarla a la mía.

Él me soltó al instante y dejó de andar—. Eh... sí, supongo. —dijo para volver a retomar su camino sin siquiera mirarme.

—¿Qué te pasa? —dije. Me había quedado perpleja.

—Nada. —dijo cortante y siguió caminando sin voltearse hasta desaparecer entre la gente.

No entiendo nada, ¿se habrá enfadado conmigo? Yo pensaba que ahora estábamos muy bien. He repasado todo lo que ha pasado entre nosotros estos días y no he hecho nada para que haya podido enfadarse conmigo. Pero está muy raro; es como si hubiese querido huir de mí, pero desde luego que sin motivo alguno.

—____, hola. —me dijo Blaise apareciendo detrás de mí.

—Hola Blaise. —le dije mientras comenzábamos a caminar—. Oye, ¿tú sabes si a Draco le pasa algo conmigo? Parece que está súper molesto.

—Que va, también he notado que lleva unos días un poco raro, pero tampoco me ha querido decir nada. No tengo ni idea de qué le pasa.

Cuando llegamos al castillo, lo primero que hice fue ir a la habitación de Draco, quiero que me explique qué narices le pasa.

Llamé a la puerta y entré, sin esperar una respuesta, y me encontré a Draco sentado en la cama, con los codos apoyados en la rodillas. Levantó la cabeza inmediatamente para ver quién había entrado en su cuarto. Tenía los ojos rojos y unas ojeras tremendas.

—Draco, ¿qué te pasa? —dije arrodillándome ante él, para sentirme más cercana.

Él se levantó de golpe—. Vete. —me dijo.

—Draco, si te pasa algo conmigo...

—¡Vete!, ____, ¡Fuera! —me gritó.

Yo le miré algo asustada antes de salir de su habitación y dirigirme a la mía.