Look At Me (看著我).

Look at me.

La batalla contra Naraku había terminado y Kagome como deseo a la perla había pedido que Kykyo volviera a la vida y que la perla se destruyera para siempre el deseó había sido concedido y ahora el pueblo se estaba reconstruyendo por los daños que sufrió al ser invadidos por demonios y Kagome había tomado la decisión de quedarse junto a Inuyasha quién ahora es su prometido.

- ¿No estás emocionada Kagome? - preguntó Sango sonriéndole - En unos días te casarás con Inuyasha -

- Si lo estoy Sango, la verdad no sé cómo decirlo - respondió apenada - Pero hay algo que no te he dicho -

Sango curiosa por lo que su amiga tenía que decir se acercó más hacia Kagome que estaba más que roja.

- ¿Qué pasa? - preguntó.

- Parece que estoy embarazada - respondió poniéndose roja.

- ¡¿Qué?! - gritó sorprendida.

La sorpresa de Sango era poca a comparación del sonrojó que Kagome tenía pues parecía más un tomate.

- ¿Pero cómo? - preguntó - Sino están casados -

- Bueno - dijo poniéndose más roja.

- No me digas que lo hicieron antes de casarse - dijo mirándola.

Kagome solo asintió pues estaba más que apenada de solo recordar como se había entregado a Inuyasha.

- ¿Y él lo sabe? - preguntó.

- No - respondió - Cuando lo hicimos no tuve cuidado y el por suerte no me marco -

- Bueno al menos algo hizo bien - dijo - Ahora el problema es saber cómo se lo dirás -

- Lo sé -

Mientras tanto en las tierras del Oeste, Sesshumaru se alistaba para salir de su castillo y poder ir a ver a Rin quien consideraba su pareja para toda la vida, pero antes de que pudiese dar un paso las puertas del palacio se abrieron mostrando a su madre Lady Irasue, Sesshumaru al verla solo le disgustaba.

- ¿Qué quieres? - preguntó serio.

- Veo que planeas ir a ver a esa humana - respondió mirándolo.

- Eso no creo que sea de tu importancia - dijo secamente.

- ¿A no? - preguntó mostrando una leve sonrisa - Eres igual a tu estúpido padre igual de débil, pero no vine a mencionar tu gran parecido a él -

Sesshumaru miraba fríamente como su madre caminaba aun lado de él mirando los cuadros del palacio.

- Vine aquí para prohibir te volver a ver a esa humana - dijo - Ella no es para ti y nunca lo será si vida está echa con alguien más y ese ten por seguro que no eres tú -

- ¡¡Mientes!! - gritó molestó.

- ¿Acaso crees que si estuviera mintiendo estaría aquí deteniendo te? - le preguntó molesta - Te lo advierto Sesshumaru Taisho si te acercas a esa humana yo haré que no se vuelvan a ver más -

Irasue salió del palacio cerrando las puertas de golpe, Sesshumaru quien estaba molesto apretaba sus puños de lo enojado que se sentía y sin importarle salió del palacio emprendiendo vuelo hacia aquel pueblo, Irasue quien miraba a su hijo desde los cielos solo suspiro molesta.

- Ya saben que hacer y no vuelvan hasta que hayan cumplido - dijo amenzante.

- Sí mi Lady -

Varios yokais se dirigieron hacia donde se había ido el Lord del Oeste e Irasue solo miraba sin una expresión en su rostro.
En el pueblo Kagome y Sango regresaban de tomar un baño y de haber tenido esa plática, pero al llegar a la casa que Kagome e Inuyasha compartían comenzaron a escuchar lo que parecían ser gemidos de mujer, Kagome en ese momento sintió una opresión en su pecho y lentamente camino hasta su habitación acompañada de Sango y al abrirla estaba Kykyo recostada en su futón siendo embestida por Inuyasha.

- ¡¿Qué creen que hacen sin vergüenzas?! - gritó Sango molesta.

Tanto Inuyasha como Kykyo se sorprendieron y se separaron, Kagome ya no podía ver más y solo corrió, corrió lejos.

- ¡Kagome espera! - gritó el hanyō.

Kagome corría con lágrimas, su corazón dolía y a la vez se partía pues el padre de el hijo o hija que esperaba le era infiel con alguien que pensó que algún día serían amigas, se dirigió al pozo y lloró, lloró todo lo que podía sabía que ya no podía regresar más a su hogar, pero quería hacerlo o al menos intentarlo, subió al pozo y solo se dejó caer dentro para sorpresa de ella nuevamente una luz la envolvió llevándola al futuro.
Con Sesshumaru el ya se había dado cuenta que varios yokais lo seguían y no podía llevarlos al pueblo, en eso se desvío hacía donde se encontraba aquel pozo donde la mujer de su hermano salía.

- Ataquen al Lord del Oeste - ordenó uno de los yokais.

Sesshumaru comenzó a defenderse, pero al ser varios a la vez se le estaba dificultando, pero lo que no se había dado cuenta es que cada vez más estaba más cerca del pozo, tres yokais atacaban de frente mientras los demás por los lados y cuando quiso atacar fue tarde pues los yokais que venían de frente lo habían empujado cayendo dentro del pozo por inercia cerro los ojos para tocar el suelo, pero para su sorpresa nunca lo toco que al abrir los ojos estaba es una especie de universo pues realmente no lo sabía con exactitud solo habían muchas luces a su alrededor y de un momento a otro todo se oscureció para el Lord del Oeste.