Epílogo.

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« “ Una vez más peleare por tu bella mirada ” ».

Seis largos años habían pasado, Seis años en los que los cambios habían sido completamente notorios.
Rin una señorita de diecisiete años se preparaba para su boda que se daría en su cumpleaños número dieciocho junto a Kohaku de veinte años.
Shippo ahora era un preadolescente que asistía por temporadas con un maestro para su magia esto hacía que casi no viera a su familia.
La pequeña Hanna de ahora siete años de edad era una niña sería con el genio de Inuyasha.
Las dos gemelas Kin'u y Gyokuto ahora tenían seis años y su pequeño hermano Hisui de tres años eran realmente la adoración y dolor de cabeza de Miroku y Sango.
Y los dos gemelos Taisho, Nao y Naoko de cinco años de edad son toda la vida de Kagome y eso todos lo notaban.
Ambos pequeños eran serios, con miradas frías y con ojos ámbar cada uno tenía la media luna que caracterizaba su linaje, pero también tenían bondad, eran generosos, amorosos y amables tales cualidades de su madre, pero ambos niños miraban a los padres de sus amigos y se sentían celosos porque ellos no sabían lo que era tener un padre y eso en ocasiones los ponía tristes porque ellos debían de ver a su padre en un cristal dormido.
Kagome quien se encontraba preparando té junto a Kaede miraba a sus hijos sentados con la cara triste esto hizo que los fuera a ver.

- Nao, Naoko - llamo - ¿Qué les sucede hijos? -

Ambos niños tomaron la postura firme de Sesshomaru y esto hizo sonreír a Kagome, pues ambos niños lucían adorables con sus estocolas que habían obtenido al ser dos pequeños Daiyokais.

- ¿Cuándo despertará papá? - preguntó directamente Nao.

Kagome se sorprendió un poco, pues Nao era quien más se parecía a Sesshomaru.

- La verdad no lo sé, pero se que pronto lo hará - respondió sonriendo.

Naoko miro a su madre sabía que estaba conteniendo las lágrimas para que no salieran y esto solo lo hizo suspirar.

- Iremos a ver a Kin'u y Gyokuto - intervino.

- ¿Y él té? - preguntó mirándolos.

- No te preocupes mamá, vendremos antes de la comida - respondió Nao.

Ambos niños salieron y Kagome solo suspiró sabía que para sus hijos era difícil el crecer sin un padre y aún cuando Inuyasha lo intento junto a Kōga los niños los evadían por los olores solo cuando eran bebés se controlaban estando cerca de el cristal donde estaba Sesshomaru.

- Sesshomaru, por favor despierta te necesito - susurraba.

En el templo donde se encontraba Sesshomaru cerca de árbol sagrado Nao y Naoko se encontraban mirando la entrada, pues desde su cumpleaños número cuatro ya no los llevaban más.

- ¿Qué hacemos aquí Nao? - preguntó.

- Solo quería venir a ver a papá - respondió - No lo conozco, pero... -

Nao no siguió, pues lágrimas ya invadían sus ojos y Naoko solo lo abrazó, pues a pesar de que Nao era el mayor y Naoko el menor, Nao era el más vulnerable ante todo.

- Vámonos Nao, mamá se enojará y el tío Inuyasha solo gritara como siempre - decía.

Nao asintió y limpiando sus lágrimas siguió a su hermano, pero en aquel templo en el cristal el temido Lord Sesshomaru seguía en el sueño sin fin.

Look At Me (看著我).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora