XVIII

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“Espero que cuando te sincerés puedas llegar a amarme”.

Tokyo Moderno Sengoku.

4:00 pm.

Sesshomaru seguía mirando a Kagome, pues necesitaba una respuesta clara, sin embargo para Kagome todo era muy confuso que no sabía que responderle.

- Entiendo - dijo sin más - Cuando lleguemos al templo le diremos a tu madre sobre nuestra separación y sobre la marca no te preocupes ya sabré que hacer para que desaparezca -

Sesshomaru siguió caminado hacia el templo dejando a Kagome con lágrimas en sus ojos, pues por su confusión lo estaba lastimado. Cuando ambos llegaron Sesshomaru se encontraba serio y Kagome llorando.

- ¿Hija que sucedió? - preguntó preocupada.

- Señora Higurashi es necesario que lo sepa, su hija y yo hemos decidido alejarnos - dijo serio.

- ¿Qué?¿Pero porqué? - preguntó sin entender.

- Su hija ama a mi medio hermano y yo no quiero ser un motivo por el cual este atada a mi, desde ahora solo esperaré a que el pozo se abra para regresar a mi mundo - respondió - Si me disculpan iré a quitarme esto -

Sesshomaru subió a la habitación de Kagome donde guardaba su armadura, su yukata y su Obi, pero cuando se fue Kagome desató en llanto en brazos de su madre le dolía y mucho ver cómo Sesshomaru regresaba a la actitud fría de antes.

- Ya, ya mi niña todo estará bien - decía abrazándola.

- Es que por mis dudas estoy lastimando a alguien que solo se a preocupado por mi - decía entre lágrimas.

Nuevamente Sesshomaru bajo ya vestido con su traje característico que sin decir nada salió de la casa y subió al árbol sagrado donde solo se sentó en una de las ramas, a él también le dolía más que a ella porque sin dudarlo le entrego su corazón.

- ¿Soportaras estar lejos de ella? - preguntó Yako.

- Cállate Yako - pedía.

- Solo digo que tendrás que soportar el dolor - dijo.

- ¿Acaso crees que no lo sé? - preguntó serio - Me lástima saber que ella aún piensa en ese bastardo de Inuyasha -

- Realmente has entregado tu corazón - mencionó tristemente - ¿Qué harás con la marca? -

- La única manera de que esa marca desaparezca es si yo muero - respondía.

- ¿Acaso piensas... -

- Ella merece ser feliz aún si yo doy mi vida por liberarla - interrumpió.

Yako solo se sentía mal, porque nuevamente el niño que una vez vio sufrir por un padre que jamás le dio amor lo estaba volviendo ver sufrir, pues para el Sesshomaru seguía siendo un niño que necesitaba un amor incondicional.

- Si así lo has decidido será un honor morir contigo Sesshomaru - dijo.

Tokyo Antiguo Sengoku.


Los días pasaban y el embarazo de Kikyō avanzaba más al igual que el de Sango y aunque la boda se Sango y Miroku había sido más calmada eso no había impedido no lo disfrutarán.
Ambas parejas estaban felices de que pronto serían padres y para Kohaku y Rin las cosas iban más que bien, pues la pequeña Rin había cumplido diez años y le habían festejado aunque ella extrañaba a su amo Sesshomaru disfruto ese día entre sus amigos y Jaken que la había ido a visitar.
Tres meses pasaron e Inuyasha cada vez más se preocupaba por Kikyō, pues en los últimos meses había habido mucho movimiento por parte de yokais que mataban a bebés hanyō haciendo que se preocupase más, pues no quería perder a su pequeño o pequeña.
Mientras tanto en las tierras del Este Kirinmaru se la pasaba mandado a sus yokais a matar a bebés hanyō esto con la finalidad de preocupar a Inuyasha y para poder hacer un ataque sorpresa sin que tenga que batallar, aún que claramente quería pelear con el príncipe del Oeste no lo veía digno de ser su rival, pero al que claramente tenía en mente era al primogénito de Inu No Taisho el nuevo Lord del Oeste Sesshomaru, pues desde la última vez que lo había visto había conseguido una fuerza y un poder de temer que lo consideraba digno, pero el problema es que nadie sabía dónde se había metido o si algún día volvería, ya que muchos yokais habían comentado sobre que se había ido con una sacerdotisa la cual estaba preñada con un hijo de su medio hermano.

- ¿Acaso te has enamorado de esa sacerdotisa Sesshomaru? - se preguntaba.

Sabía bien que no obtendría respuesta hasta que lo volviera a ver, pero nadie sabía si quiera si volvería y eso lo molestaba, porque no quería vivir todo su vida en su castillo no, el quería buscar un digno rival para pelar cómo lo hacía tiempo atrás con Inu No Taisho.

- Viejo amigo realmente me está decepcionando tu familia - decía al cielo - Si tan solo hubieras dado tu mejor esfuerzo por criar a Sesshomaru tal vez ahora estuviera siendo un digno rival -

Kirinmaru tomo una copa de sake y la tomo gruñendo por el ardor que esté le provocaba en la garganta.

- Tal vez sino me hubieras quitado la oportunidad de haberme casado con Irasue tú estarías con la madre de tu bastardo y yo... - pausó - Y yo estuviera orgulloso de tener a un hijo como Sesshomaru, pero tú lo arruinaste y despreciaste aún niño que solo quería tu aprobación y ahora no sabemos si regresará -

Kirinmaru rompió aquella copa con su mano, estaba molesto de solo recordar cómo Inu No Taisho trato a Sesshomaru por años convirtiéndolo ahora en la perfecta figura de un Daiyokai.

- Si ese niño da su corazón será tu culpa Inu No Taisho - dijo cerrando aquella ventana con fuerza.

El siguiente episodio será solo de la época moderna, ya que tratara de los problemas entre Sesshomaru y Kagome.

Look At Me (看著我).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora