Look At Me (看著我).

XXXIV

《 " El día en que yo te pierda ese día moriré  ". 》

En el bosque Sesshomaru  camina revisando los alrededores, pero un olor conocido lo hizo parar su andar.

- ¿Qué es lo que desea aquí Lord del Norte? - preguntó serio.

Koga miró a Sesshomaru, pues realmente le importaba Kagome y debía advertirles.

- La frontera del Oeste y Este a sido traspasada, varios yokais del Este se acercan junto a su líder - respondía.

Sesshomaru  abrió los ojos de la sorpresa, pues desde hace varios días había sentido un mal presentimiento y ahora sabía cual era.

- ¿A dónde se dirigen? - preguntó  volteando.

Algo trago duró,  pues el más que nadie sabía lo protectores y peligrosos que podían llegar a ser los Taisho.

- Viene en está dirección- respondió.

Los bellos ojos ámbar de Sesshomaru  estaban cambiando a un rojo carmesí haciendo retroceder a Koga, pues no quería ser atacado por el Lord del Oeste, pero en el interior de Sesshomaru  se encontraban peleando el y Yakô por ver quien tomaría el control.

- Vasta Yakô, sólo así pondrás  en peligro a todos y a Kagome - decía.

- Jamás  permitiré  que la toquen -

- Lo sé,  y tampoco  quiero que le pase nada, pero debemos esperar o ella podría morir - sentenció.

- Bien -

Sesshomaru  volvió a la tranquilidad y Koga suspiró,  pues el Lord  había  controlado bien a su bestia  interior.

- ¿Por qué me alertas si nunca nos hemos cruzado palabra? - preguntó serio.

- Porque a diferencia de Inuyasha yo si quiero demasiado a Kagome y por ella y por su cachorro lo hago - respondió  serio.

- Hump -

Sesshomaru  siguió su caminó  y Koga se alejó, pues ahora ambos estarían listos por un posible ataque.
Después  de aquel día todos en la aldea comenzaron a notar extraño a Sesshomaru  que cada vez salía más que las dudas de la fidelidad que decía tener estaban siendo puestas en duda esto había enojado a Inuyasha, pero Koga había desmentido esto diciendo en hace días los territorios del Oeste  habían sido atacados y Sesshomaru  había ido, esto fue confirmado por más Yokais del Oeste, pero nadie decía el motivó.

- Tranquila amiga, Sesshomaru está bien  - decía Salgo en forma de apoyo.

- Lo sé Sango, pero lo notó  preocupado como si algo le molestará - decía.

- Ya deja de preocuparte así por él o tú cachorro sufrirá las consecuencias - dijo molestó.

Kagome sonrió.

- Veo que ya no lo maldices Inuyasha - mencionó Sango.

- Que dices, sólo no quiero que me maten - protestó.

Ambas mujeres comenzaron a reír por el leve sonrojo de Inuyasha, pero desde los árboles eran observados por Sesshomaru  quien se prometía  cuidar de ellos aun si daba su vida.

- Amo bonito, ya estoy aquí - dijo Jaken.

Sesshomaru bajo del árbol  hacía  dónde se encontraba Jaken.

- Jaken escucha bien - dijo - Si algo llegase a pasar quiero que te encargués de cuidar a Kagome, a Rin y a Shippo, también  cuidarás al heredero de las tierras del Oeste  -

- Pero amo bonito, ¿Por qué  me pide esto? - preguntó  asustado.

- Porque sólo en ti puedo confiar le el cuidado total de mi familia - respondió marchándose.

Jaken miró a Sesshomaru con lágrimas, el pequeño yokai no sabía porque,  pero sentía  como si esa fuera su última orden.

- Amo - susurró.