XVII

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“Nuestra vida juntos comienza con la confianza”.

Tokyo Antiguo Sengoku.

8:00 am.

Kikyō miraba el cielo sentada desde su pequeña terraza mientras tomaba su té, para ella el estar embarazada había hecho que cambiará algunas de sus ideas y razonara lo que había hecho para conseguir a Inuyasha.

- Tal vez seré la peor persona después de todo - decía mientras acariciaba su vientre - Pero al menos podré ser una buena madre -

Mientras seguía acariciando su vientre una fuerte punzada en su pequeño la hizo quejarse del dolor, pues tenía un mal presentimiento que por primera vez temió por la vida de ella y por la de su pequeño.

- ¿Qué será este mal presagió? - se preguntó.

Mientras tanto Kaede, Sango y Miroku se encontraban en los cultivos de te, hasta que Sango sintió un leve dolor en su vientre preocupando a Miroku.

- ¿Sanguito, te encuentras bien? - preguntó preocupado.

- Sí su excelencia, solo es un leve dolor en mi vientre - respondió volviendo a acomodar se - Tal vez me hizo mal algo -

- A ver déjame servir Sango - dijo Kaede.

- Claro -

Kaede tocó el vientre de Sango moviendo su mano por todo su vientre sorprendiéndose.

- ¿Pasa algo malo? - preguntó Miroku nervioso.

- Nada malo, solo que ahora debes hacer bien las cosas con Sango porque está embarazada - respondió sonriendo.

Tanto Sango como Miroku quedaron sorprendidos por aquella noticia.

- ¿Sango espera un hijo mío? - preguntó sorprendido.

- Dos para ser precisos - respondió - Dentro de Sango siento doble energía -

- Oíste Sanguito, seremos padre - dijo sonriendo.

- Si su excelencia - dijo sonrojada.

- Esto amerita que nos casemos y que Kohaku sepa que será tío o vaya que realmente estoy muy feliz - decía abrazando a Sango.

Los tres se dirigieron a la aldea a la casa de Kaede donde se encontraba Kikyō preparando medicinas e Inuyasha que tomaba te junto a los niños.

- ¡¡Escuchen todos!! - gritó Miroku feliz.

- ¿Qué pasa Miroku? - preguntó el hanyō.

- Sí Miroku, ¿Que sucede? - preguntó el pequeño Shippo.

- Sanguito y yo queremos darles la noticia de que hemos decidido casarnos - respondió sonriendo.

- ¡¡¿Qué?!! - exclamaron todos.

Todos se sorprendieron por esa respuesta que nadie esperaba y Sango solo estaba roja por todo tan repentino.

- Y eso no es todo - dijo sonriendo - Sanguito y yo seremos padre de dos bebés -

- ¡¡¿Qué?!! -

Look At Me (看著我).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora