Look At Me (看著我).

V

Tokio antiguo Sengoku.

5:00 pm.

Kikyō regresaba al pueblo pensando en lo que la Lady del Oeste le había dicho sobre el té y el celo de los yokais, pero sus pensamientos fueron detenidos por un hanyō que la esperaba dentro de aquella casa.

- ¿Dónde estabas? - preguntó serio.

- Fui a recolectar hojas para té - respondió con simpleza.

- ¿Por qué hueles a esa bruja? - preguntó más curioso.

- Porque fui a verla para saber si de alguna manera podemos romper el sello que Kagome puso - respondió sentándose.

- ¿Y que te dijo? - volvió a preguntar.

- Solo que si lo intentabamos el sello podría matarnos en tu caso te purificará - explicó mirándolo.

- ¡Maldición! - exclamó.

- Solo nos queda esperar a que ella regrese - dijo.

- ¿Y que hay de mi hijo o hija? - preguntó molestó - Crecerá sin conocer a su padre -

- Entiendo -

Su tarde había pasado y la luna comenzaba a salir todos cerraban sus casa con seguro, pues muchos sabían que era época de celo, mientras tanto en la casa del hanyō este se había encerrado en una habitación para no cometer una estupidez, pero Kikyō se encontraba preparando el té que Irasue le había dado ya estando listo se dirigió a la habitación donde Inuyasha se había encerrado.

- Inuyasha - llamo.

- ¡¡Lárgate de aquí Kikyō!! - gritaba.

- Se que sufres por aguantar tu celo es por eso que prepare este té para que el dolor sea soportable - dijo poniendo el té en el suelo - Me iré ahora -

Kikyō dejo el té en el suelo y se retiró a su habitación, Inuyasha sin pensarlo abrió la puerta y bebió del té que Kikyō le había dado y sintió como su cuerpo se relajaba, volvió a entrar a su cuarto y se recostó para dormir, pero su lado yokai salió y su consciencia quedó completamente dormida, Inuyasha salió de su habitación y se dirigía a la habitación de Kikyō dónde al abrir la puerta se encontró con ella cepillando su largo cabello, Inuyasha se acercó a ella y la abrazo oliendo su aroma.

- Inuyasha - susurró Kikyō.

Aquel hanyō no respondió y bruscamente volteó a mi Kikyō quedando frente a frente, Kikyō podía ver que Inuyasha no estaba consiente y que su yokai había tomado el control. Inuyasha comenzó a besar a Kikyō mientras con sus manos se deshacía del kimono que llevaba puesto dejando expuesto el cuerpo de Kikyō.

- Inuya....sha - decía - Pa...para -

La brusquedad que Inuyasha estaba tomando asustaba a Kikyō, pero era tarde para pedir ayuda, pues nadie saldría para ayudarla y menos en este temporada.
El hanyō llevo a Kikyō al futón dónde besaba y lamía cada rincón del su cuerpo mientras el se deshacía de su yukata, Kikyō jadeaba del placer que estaba sintiendo, pero sentía miedo e Inuyasha sin ni siquiera haber preparado su entrada la penetró con tanta salvajídad que Kikyō gimió de dolor por lo que sentía, poco después las embestidas llegaron cada vez más rápidas y fuertes mientras que el hanyō se deleitaba saboreando los pequeños, pero perfectos senos de Kikyō mientras la escuchaba gemir.
El cansancio que sentía Kikyō era grande que no entendía como Inuyasha había aguantado su celo tanto tiempo, pues ya tenía un tiempo embistiendo la, hasta que sintió como fue levantada quedando sentada sobre en aún embistiendo la.