« " Nuestro inicio no fue perfecto, pero nuestro amor lo superó todo " ».
Tokyo Antiguo Sengoku.
- ¡Puja Sango! - pedía - ¡Tu puedes amiga! -
Las hojas secas daban a conocer inicios de otoño y solo faltaban dos meses para invierno, pero la repentina llegada de los bebés de Sango habían tomado a todos por sorpresa, pues ahora Miroku se encontraba a fuera de cabaña escuchado como Sango pujaba, mientras Inuyasha cargaba a su hija Hanna quien podía decir simples palabras y Sesshomaru bueno el se encontraba ahí, pero no prestaba atención, pues estaba concentrado en como nacería su cachorro o si nacería en invierno.
- ¡Aahhh! - gritaba Sango con desesperó.
El primer llanto se hacía presente y nuevamente se escuchaba el dolor de Sango, pero no pasó mucho cuando escucharon otro llanto que puso nervioso a Miroku.
- Felicidades Miroku ya nacieron - felicito Inuyasha.
De la cabaña salió Kagome permitiéndole el paso a Miroku quien estaba nervioso, pero al entrar la más bella imagen pudo ver, pues Sango se encontraba arrullando a dos pequeñas gemelas.
- Son realmente hermosa - dijo Sango sonriendo.
- Porque lo heredaron de su madre - mencionaba - Mi pequeña Kin'u y Gyokuto -
Sango sonrió y Miroku beso a ambas niñas.
Fuera se encontraba una pequeña tensión la cual Kagome no entendía porque.- ¿Pasa algo? - preguntó.
- No - respondió Inuyasha.
Kagome sin confiar completamente miro a Sesshomaru, pero este parecía estar en su propio mundo y sólo suspiró.
- Saben deberían intentar llevarse bien, ya que no quiero que mi bebé tenga a su familia separada - decía.
Sesshomaru escuchó aquello, pero no dijo nada y sólo se levantó dejando a Kagome confusas al igual que a Inuyasha.
- ¿A dónde vas Sesshomaru? - preguntó con miedo.
- Tranquila aré guardia está noche, así que guarda reposo y tranquila - dijo besando su mano.
- Está bien - dijo sonriendo.
Inuyasha sólo miro aquello y su mente le traiciona va, pues comenzaba a recordar todo aquello que alguna vez olvidó.
- Siempre vendré cuando tengas problemas -
- Oye, ¿Piensas dejarla sola? - reclamó.
- Para eso estas tú - respondió sin más.
Aquella respuesta había dejado sorprendidos a Kagome y a Inuyasha que no creían que aquellas palabras hayan salido de la boca de Sesshomaru.
Pero en la mente del Lord sólo estaba su hermosa esposa, su cachorro y aquella promesa que juró hasta su muerte.
Lejos de ahí en la frontera entre el Este y Oeste varios yokais peleaban por defender sus territorios de invasores, pero esto no detendría a Zero para conseguir lo que quería que sin más la Daiyokai utilizó su aterrador poder para seguir avanzando sin más contratiempos.- Te mataré - pensaba.
En los cielos Irasue y Kirinmaru miraban todo lo que aquella mujer celosa lograba hacer.
- ¿Quiere que la detenga? - preguntó serio.
- No, déjala - respondió.
- ¿Pero y su nieto? - preguntó asombrado.
- No quiero hacer nada, no hasta no saber bien que será- respondió - Además Yakô está ahí -
Kirinmaru asentía, pero dentro de el había un mal presentimiento, pues a pesar de no ser el padre de Sesshomaru sabía que algo malo le esperaba a el y sólo a el y eso le preocupaba, pues si Sesshomaru estaba en riesgo de morir el daría todo por él.
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Look At Me (看著我).
Fanfic¿Qué pasa cuando tus sentimientos cambian? ¿Perdonrías un engaño? Después de la gran batalla contra Naraku y que Kagome haya pedido su deseo ella decide quedarse juntos a su amigos y comprometerse con Inuyasha, pero hay un problema y es que al pedi...