Tokyo Moderno Sengoku.
Kagome había pasado una semana en el hospital reposando, ya que debían extraer toda aquella placenta y residuos de aquel aborto que tuvo, pero las cosas para ella y para Sesshomaru no habían sido fáciles, pues el gran Daiyokai seguía ejerciendo como maestro de arquería e iba a cuidar de Kagome, pero para ella el que muchas veces Sesshomaru llevará cartas de alumnas enamoradas por el le provocaba cierto celo y hoy no era un día diferente, pues Sesshomaru entraba a la habitación con su portafolio y una que otra bolsa de regalos.
- Veo que hoy también recibiste regalos - mencionó.
- Ah esto - dijo restándole importancia - Sí, aún que no me creyeron cuando dije que tú eras mi prometida -
- ¡¿Qué?! - exclamó sonrojada.
Sesshomaru sabía de los celos de Kagome y por eso les había dicho a sus alumnas que estaba comprometido con la azabache, pero más que nada lo hacía para aquellos humanos que la buscaban llegando lo a molestar.
- Descuida nadie lo creyó solo dijeron que lo creían si te daba un anillo de compromiso, pero en mi familia no tenemos eso - mencionó - Tenemos el sello de la luna, sin embargo quise saber que era eso y le pregunté a tu madre, así que toma -
Sesshomaru le extendió la mano donde llevaba una bolsa dejando a Kagome confundida.
- ¿Qué es esto? - preguntó tomando la bolsa.
- Sabes que no se nada acerca de las costumbres de tu época, así que no esperes mucho de mí - respondió.
Kagome seguía sin entender lo que Sesshomaru trataba de decirle, hasta que miró dentro de la bolsa y saco una linda caja de madera tallada a mano, dejándola más curiosa la abrió y encontró un hermoso anillo de compromiso con una hermosa piedra preciosa del color de la luna de su frente dejando a Kagome completamente sorprendida.
- Es....esto -
Sesshomaru solo asintió.
- Con ese anillo te estoy pidiendo que te cases conmigo - dijo.
Kagome seguía sorprendida jamás pensó que Sesshomaru fuera a darle un anillo o algo por el estilo, pero se equivocó el estaba dando su mayor esfuerzo para hacer las cosas correctamente aún cuando su relación no haya empezado bien.
- Sí Sesshomaru, si aceptó casarme contigo - respondió sonriendo.
Sesshomaru solo le dedicó una leve sonrisa, pues a pesar de todo Kagome era alguien tan especial para el que le hacía sacar lo más oculto de él, la felicidad fue interrumpida por la madre y abuelo de Kagome quiénes entraban sin saber el porque de la felicidad de Kagome.
- ¿Pasó algo hija? - preguntó confundida.
Kagome negó con la cabeza, pero por la felicidad las palabras no salían de su boca.
- ¿Entonces que sucede? - preguntó el abuelo.
- Kagome está feliz porque le di un anillo que aquí lo conocen como anillo de compromiso - respondió con simpleza.
- ¡¿Qué enserio?! - preguntó sorprendida - A ver hija muéstranos tu anillo -
Kagome estiró su brazo mostrando en su dedo corazón aquel bello anillo dejando sorprendidos a los dos Higurashi's.
- Vaya, es realmente hermoso - dijo Naomi.
- Digno de un Lord y una Ledy - mencionó el mayor.
Todos asinrieron, pues estaban felices por la nueva pareja que abría, pero sin saberlo aquel sello que Kagome había puesto poco a poco se estaba rompiendo.
Tokyo Antiguo Sengoku.
El día de la boda de Inuyasha y Kikyō había transcurrido bien y nada había sido malo para la ex cuidadora de la perla, pero para aquel hanyō todo era aburrido y solitario, pues solo habían pasado días desde su boda y semanas desde que Kagome se había ido y ahora se daba cuenta de el gran error que había cometido, pues eso le costaría no ver nacer a su primogénito.
- ¿Estás bien Inuyasha? - preguntó Miroku.
Aquel hanyō despertó de sus pensamientos y miró a su amigo que se sentaban aun lado de él.
- Si lo estoy, solo pienso en Kagome - respondió.
- Ya veo, pero recuerda que el Lord Sesshomaru está con ella y a pesar de todo dudo que no cuide de ella - mencionó.
- ¡¿Qué quieres decir?! - preguntó algo serio.
- Bueno digo que tal vez la señorita Kagome ya te esté olvidando - respondió sonriendo.
Kikyō quien iba regresando de su recolecta de té escuchó lo que Inuyasha y Miroku hablaban y sin interrumpir siguió escuchando.
- ¿Por qué lo dices? - preguntó confundido.
- Porque la barrera que Kagome puso se está rompiendo - interrumpió Kaede.
Kaede quien también sentía la energía del sello romperse interrumpió a ambos amigos.
- ¿Eso es cierto? - preguntó asombrado.
- Sí Inuyasha, Kagome te está olvidando - respondió Kikyō entrando.
Las tres personas quedaron sorprendidos al ver a Kikyō entrando, ya que evitaban hablar del tema cuando ella estuviera cerca.
- Ki~Kyō tartamudeo.
- Lo sé Inuyasha, se que aún piensas en ella y en ese bebé que lleva dentro de ella, pero recuerda que te has casado conmigo y que me has marcado, así como espero un hijo tuyo - dijo alejándose - También ten en cuenta que ella te está olvidando con alguien más -
Las palabras de Kikyō habían cumplido con su cometido y ese era el lastimar y abrirle los ojos a Inuyasha.
- Tks -
- Vaya la señorita Kikyō si que le duele el que aún ames a la señorita Kagome - mencionó Miroku.
- No me importa, Kikyō siempre supo que amo a Kagome y cuando ese sello se rompa yo iré por ambos - dijo serio.
- ¿Y si es el Lord Sesshomaru es quien está en su corazón? - preguntó Kaede.
- Eso sería imposible, ya que Sesshomaru odia a los humanos y a los hanyō - respondió sonriendo.
- Pero los sentimientos y las personas cambian y cuando Sesshomaru sepa porque te enamoraste de la señorita Kagome, ¿Crees que no te la quitará? - preguntó mirándolo - Ten muy en cuenta que Sesshomaru nunca tuvo un amor de familia como el tuyo, ya que tu padre murió por ti Inuyasha y le demostró su peor cara a Sesshomaru -
Ambos sacerdotes dejaron al hanyō pensando en aquello que su amigo le había dicho, pues era verdad el jamás supo sobre la infancia de Sesshomaru más que una persona y esa era la pulga Mioga quien conoció a su padre.
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Look At Me (看著我).
Фанфик¿Qué pasa cuando tus sentimientos cambian? ¿Perdonrías un engaño? Después de la gran batalla contra Naraku y que Kagome haya pedido su deseo ella decide quedarse juntos a su amigos y comprometerse con Inuyasha, pero hay un problema y es que al pedi...