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Tokio antiguo Sengoku.

04:00 pm.

Kikyō con ayuda de Sango y de Kaede se encontraban en casa de la mayor arreglando su bello kimono de novia.

- Realmente estoy tan feliz - dijo sonriendo.

- Nosotras también lo estamos por ti hermana - dijo.

- Aún que no me lleve bien contigo claramente te deseó lo mejor - mencionó.

- Gracias Sango - respondió sonriendo.

- ¡¡Señorita Kikyō!! - gritaba la pequeña Rin.

- ¿Qué pasa Rin? ¿Por qué tantos gritos? - preguntaron.

- La mamá del amo Sesshomaru está aquí - respondió alegre.

Las tres mujeres se sorprendieron, pues aún faltaba algo de tiempo para la boda.

- Yo iré a atenderla - dijo Sango.

Las dos mujeres asintieron, pues Kikyō no podía salir sin que alguien la viera.
En la casa principal de la aldea todos miraban y atendían a la gran Lady del Oeste, pues nunca se había aparecido en las aldeas hasta ahora. Sango camino hasta ahí e hizo una reverencia.

- Nos honra con su presencia mi Lady - dijo.

- Solo vine a dar mi bendición e irme - respondió.

- Entiendo, solo que para la ceremonia falta un poco de tiempo - explicó.

- Eso no me importa aquí esperaré - mencionó.

- Como diga -

Sango se retiró, pero Irasue solo vigilaba lo que la pequeña Rin hacía junto a Kohaku, pues parecían estar más juntos que nada.

- Humana - habló.

Todos miraron inmediatamente a la demonesa, pues era la primera vez que le hablaba a una humana.

- ¿Disculpé a quién se refiere? - preguntó un aldeano.

- Ah esa niña humana - respondió.

- Oh habla de la esposa de su hijo el Lord del Oeste - dijo sonriendo.

- ¿Qué dices? - preguntó molesta.

- Verá el Lord del Oeste trajo a esta niña hace meses para que la cuidemos como es debido hasta su madurez - explicó.

- Mi hijo jamás estaría con una humana porque el ya tiene pareja y no es esa niña - dijo - Ahora traila -

- Si mi señora -

Aquel hombre corrió por la pequeña Rin quien estaba jugando con el pequeño Shippo.

- Pequeña la madre del señor Taisho te busca - dijo llamando la atención de la pequeña.

- ¿A mí? - preguntó confundida.

El hombre solo asintió y la pequeña Rin sin demora corrió hacía dónde mantenían a la demonesa.

- Me llamo gran señora - dijo.

Look At Me (看著我).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora