Look At Me (看著我).

XXIV

" Ahora tú estás con alguien que te ama y yo cuidaré de mi legado, mi hija ".

Tokyo Antiguo Sengoku.

8:00 am.

Había pasado una semana entera desde que Kagome y Sesshomaru habían regresado con sus amigos y Kagome como le prometió a Kikyō cuidaba de la pequeña Hanna con un poco de ayuda de Sango que esperaba ansiosa a sus bebés.

- ¿Y qué crees que sean Sango? - preguntó Kagome arrullando a la bebé.

- Bueno la verdad es que yo quiero tener niñas, pero Miroku sería algo celoso y el quiere tener niños, así que está bien lo que sea - respondió sonriendo - Kagome, ¿Tú y Sesshomaru ya han hablado de lo que quieren? -

Kagome miró hacía el cielo pensando en la pregunta de su amiga.

- Cuando estaba embarazada, Sesshomaru parecía estar emocionado por ser padre y a la vez estaba preocupado por mi embarazo, pero desde que no se dió mi embarazo no hemos tocado ese tema - respondió.

- Entiendo, tal vez el si quería un hijo - dijo - Pero ahora tiene dos una pequeña humana y un Kitsuné -

- Sí -

Mientras las dos mujeres hablaban de su futura familia una pequeña niña llevaba de la mano a Sesshomaru, pues la pequeña Rin quería que su ahora padre aceptará a Kohaku cómo su prometido algo que para Sesshomaru era muy pronto.

- Rin - llamo - ¿Segura que quieres esto? -

- Sí - respondió sonriendo - Kohaku me ha cuidado mucho desde que usted y mamá se fueron, además yo quiero casarme con el -

Sesshomaru no sabía si sentir alegría por volver a ver a Rin o enojo por saber que se casaría. Al llegar a la casa de Sango ambos entraron y fueron recibidos por Kohaku quien ya los esperaba desde hace ratos, Sesshomaru al verlo se puso serio, ya que intentaba quitarle a su ahora hija.
Sango y Kagome entraron a la casa aún hablando aún con Hanna en brazos cuando vieron a las tres personas sentadas sin decir nada.

- ¿Qué sucede? ¿Por qué todos están tan serios? - preguntó Kagome aún cargando a la bebé.

- ¡Mamá! - exclamó feliz la pequeña Rin - Kohaku hablara con papá para que nos podamos casar -

Kagome sorprendida miró a Sesshomaru como buscando una respuesta y este solo asintió levemente.

- Si es así, Sango cuida a Hanna - dijo entregando a la bebé.

- Claro amiga, yo los esperaré afuera - dijo saliendo.

Kagome se sentó a lado de Sesshomaru con una sonrisa en su rostro, mientras Sesshomaru era todo lo contrario a ella.

- ¿Y bien? - hablo Sesshomaru.

- Señor y Señora Taisho se que no es buen mentó con lo que ha pasado recientemente, pero es mejor ahora que después - respondía - Yo Kohaku vengo aquí frente a ustedes para que me concedan el honor de poder casarme con Rin -

- No - dijo en seco Sesshomaru.

Kagome le dio un pequeño codazo a Sesshomaru y sonrió hacía los dos presentes.

- A lo que se refiere Sesshomaru es que Rin todavía es muy pequeña para que se case y bueno tú Kohaku eres mayor que ella - explicaba.

- No me importa esperar solo deseo su aprobación - dijo seguro.

- ¿Y tú Rin que es lo qué deseas? - preguntó mirándola.

- Yo quiero casarme con Kohaku, pero también quiero la aprobación de papá y mamá - respondió sonriendo.

- Si es así la tienen, pero Kohaku deberá esperar hasta tus diecisiete años para que tú papá y yo te demos el permiso - dijo sonriendo.

- ¡Gracias mamá y papá! - exclamó feliz la pequeña Rin.

Rin había abrazados a los dos y Kohaku solo agradecía jurando que esperaría a qué Rin tuviera los diecisiete años para casarse con ella, Sesshomaru por otro lado estaba serio por la aprobación del compromiso, pero también estaba de acuerdo con Kagome y el respetaría eso.
En la noche todos estaban cenando juntos menos Sesshomaru quien ya se había acostumbrado a las comidas de la señora Naomi su ahora suegra.

- Señor Sesshomaru, ¿No piensa cenar? - preguntó Miroku.

- No, Sesshomaru se volvió exigente con la comida desde que mi mamá le cocino y ahora solo come la comida de mi mamá - respondió sonriendo.

- Vaya, pero algún día debería probar la comida de Kagome es realmente buena - mencionó Sango.

Sesshomaru asintió para todos aún seguía siendo raro que el gran Daiyokai estuviera con ellos, pero Inuyasha aún seguía pensando en si dejar a Kagome o no.

- ¿Cuando se irán? - preguntó el hanyō.

- Mañana - respondió Kagome.

- ¿Por qué tan pronto? - preguntó Kaede.

- Porque mi boda oficial con Sesshomaru será en dos días más y mañana debo regresar para los últimos detalles - respondió sonriendo.

- ¿Y cuando regresarán? - preguntó Miroku.

- En una semana como mínimo - respondió.

Todos asintieron menos Inuyasha quién estaba tan serio por ver como Kagome estaba tan feliz de casarse con su medio hermano mayor que solo suspiro.