Me despidieron.
Lasarte me echó, no pensé que ésto pasaría sinceramente, me siento como el hoyo, me duele la cabeza, me duele el cuerpo entero y ahora tengo que ir a buscar mis cosas al hotel para irme a Chile.
Me dijo que no podía permitir una relación así, que lo mejor era echarme del trabajo y así no tener tantos dramas con la prensa.
En parte lo entendí, no quieren distracciones y todo eso, pero aún así, se siente horrible.
Mi teléfono no dejaba de vibrar por llamadas de la Nati y de mi familia, además de todas las publicaciones que subían, tuve que poner mi cuenta privada por que se pusieron a comentar cosas en mis fotos, cosas que solo un chileno sabe decir.
Salgo de la oficina caminando por el pasillo, observo a través del vidrio a los cabros que están terminando de practicar, salgo a la cancha y Ben se acerca de inmediato a mi, detrás de él viene Erick y más atrás vienen los demás, me siento un poco intimidada ante la mirada de tantos hombres pero solo veo a Ben.
— Me despidió. — sonrío levemente y veo que Ben entendió.
Erick suelta un "Por la chucha", Bravo me da un pequeño abrazo y se va al camarin, Charles me revuelve el pelo y se queda a mi lado abrazándome un momento. Los demás me miran triste y Ben solo me observa.
— ¿Y qué esperabai que pasara?. — me habla el Vidal. — Andai como maraca de pico en pico, si ya vimos las fotos.
— ¿Quién chucha te creí pa' hablarme así, hueon? — me acerco a él, es un poco más alto que yo, pero me importa pico.
— Ah, loca, te estai haciendo la hueona nomás. — se ríe en mi cara. — Se notaba que estabai acá pa puro huebear, tení una cara de maraca que de seguro te conseguiste éste trabajo culiao chupandole el pico a algui...
No dejo que termine de hablar y le doy una cachetada. Me toma el brazo apretándolo fuerte y con una patada le pego en los cocos, se retuerce en el piso.
— Tócame una vez más, hueon y te saco la chucha. Me importa un pico lo que pensai de mí, pero yo me gano las cosas por mí cuenta, llegué a éste trabajo por mí cuenta y no tengo por qué darte explicaciones de lo que hago con mi vida personal o no. — todos me miran sorprendidos y Ben se acerca a mí alejándome de él.
Me miro el brazo y me doy cuenta que está rojo, me doy media vuelta escuchando detrás de mí como lo molestan, camino hasta salir de la cancha y casi al llegar a la salida Ben se detiene frente a mí.
— Wow. — me dice y hago un puchero abrazándolo fuerte. — Tranquila, bonita, no pasa nada.
— Me tengo que ir a Chile. — murmuro en su pecho.
— Lo sé, pero no te preocupes, puedo hablar con Martín y...
— No, Ben, déjalo así, prefiero irme luego y no dar mas drama acá. Además tienes que estar concentrado para el partido y te daré todo mi apoyo desde mi casa. — suspira y me besa la frente.
— Okay, déjame acompañarte al hotel. — asiento y se va al camarin a cambiarse.
Me quedo esperándolo y veo a Vidal de lejos pero entra rápidamente al camarin, Vargas me ve y me sonríe despidiéndose con la mano, le devuelvo el gesto y Pulgar sale del camarin caminando hacia mí.
— Puta, yo no quería que te echaran. — niego y lo abrazo.
— Tranqui, hueon, no pasa nada, es un trabajo nomás, ya vendrán otros. — me da un beso en la frente.
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Tradúceme Ésta [Ben Brereton]
General Fiction- ¡Me aceptaron, conchetumare!. -Susurré emocionada mientras bailaba acostada en mi cama. No lo podía creer, me aceptaron, no creí que esto pasaría, o sea, significa que ahora soy la traductora oficial de Ben Brereton, el nuevo jugador de La Roja. ¿...