Una semana después.
Le doy un gran sorbo a mi botella de agua, cierro ésta y me seco el sudor de mi frente con el brazo.
Me apoyo en la pared al frente de Benjamin, él sigue dando saltos en la cuerda y se detiene cuando me ve.
Estamos haciendo ejercicio desde hace media hora y creo que me voy a desmayar, éste hombre está acostumbrado pero yo estoy muriendo.
— No te quedes ahí parada, ven acá. — me dice y me quejo caminando hacia él con lentitud.
— Pero si ya terminé con el ejercicio. — hago un puchero y él suelta una pequeña risita, toma una de las cuerdas que estaban en el piso y me la tiende.
— No seas mentirosa, Alexa, te ví, hacías una sentadilla y te quedabas parada, luego hiciste otra y te fuiste a tomar agua. — bufo tomando la cuerda que me entrega.
— Que pesado eres. — me mira alzando una ceja y le tiro un beso. — Te amo.
Se ríe negando y vuelve a saltar la cuerda. Me alejo un poco para que no me pegue y empiezo a dar saltos también. Unos minutos después me detengo y respiro agitada, me tiro al pasto de espaldas y empiezo a hacer abdominales.
Él detiene sus saltos y se sienta sobre mis pies frente a mí afirmando mis rodillas con sus manos.
— Si te pones ahí no me voy a concentrar. — él rueda los ojos.
— De todas formas no estás concentrada. — aprieta mis rodillas dándome cosquillas y haciendo que ría. — Continúa.
Suspiro resignandome y empiezo con la primera, cuando me levanto acercándome a él me da un pequeño beso. Sonrío y vuelvo a levantarme, me da otro beso y así seguimos.
Ésta es la motivación que necesitaba.
Logré hacer veinte, ayer solo hice cinco así que estoy feliz. Me quedo acostada en el suelo viendo que Ben se levanta y camina hacia las pesas, toma éstas y empieza a ejercitar sus brazos, yo solo lo observo.
No se cansa o qué onda.
— Amor. — le digo colocando mis brazos detrás de mi cabeza para descansar mejor.
— Dime. — dice a penas ya que sigue con las pesas.
— ¿Salgamos hoy?.
— ¿A dónde?. — detiene su ejercicio dejándo las pesas donde corresponden y se agacha tomando su botella de agua para luego darle un gran sorbo.
— No sé, estoy aburrida acá. — me doy vuelta en el suelo y quedo boca abajo.
— Mejor salgamos mañana, hoy quiero quedarme acá. — se acerca a mi aún con la botella y se acuesta a mi lado, tomo su botella y le doy un sorbo.
— ¿No estás aburrido de estar todo el día encerrado?. — cierro la botella y la dejo delante mio para luego mirarlo.
— No, porque estoy contigo. — me sonríe y me arrastro por el pasto como un militar hasta pegarme más a él, me levanto y luego vuelvo a sentarme sobre él. — Ensuciaste tus calzas.
— Se pueden lavar. — me acerco a su rostro y lo beso lentamente sintiendo su sonrisa sobre mis labios.
Me toma del trasero acercándome más a su cuerpo, suelto un pequeño jadeo al sentir su bulto, sube una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi cuello y mantenerme apegada a su rostro, me sontinua besando lentamente matándome por dentro.
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Tradúceme Ésta [Ben Brereton]
General Fiction- ¡Me aceptaron, conchetumare!. -Susurré emocionada mientras bailaba acostada en mi cama. No lo podía creer, me aceptaron, no creí que esto pasaría, o sea, significa que ahora soy la traductora oficial de Ben Brereton, el nuevo jugador de La Roja. ¿...