24.

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Me doy vueltas en la cama sin poder dormir, miro el reloj que tengo sobre mi velador y veo que son las cuatro de la mañana.

Me levanto de la cama tomando mi celular y quitándole el cargador, reviso el chat de Ben notando que aún no me contesta.

Yo.
hola, amor.

estás ocupado?

amorrr.

cierto, hoy era la fiesta, disfruta con tus amigos, bebé <3

¿ben?

te llamé y me contestó tu amigo, espero que te haya dicho que llamé.

bueno, no tiene sentido por que ya te avisé que te llamé.

ay, Benjamin :((

perdón, amor, estoy un poco celosa

benjamin, contestaaa

por la chucha benjamin, contestame que me estoy pasando rollos

aaaaa chao

Me enojé sola, lo acepto, pero es que mi cabeza no deja de darme imágenes de él y la Kimberly juntos haciendo cosas.

Salgo de la pieza yendo a la cocina y me sirvo un vaso de agua y me lo tomo al seco, escucho ruidos en la pieza de la Nati y camino hacia la puerta de ésta pegando la cabeza en ella para poder escuchar.

— Puta, pero es que tu sabí lo que pasó, no quiero estar con alguien por ahora, siento que me volverán a herir.

Parece que está hablando con alguien.

— Ay si ya sé que solo es una salida, pero me gustai po' Clemente y sé que también te gusto, no lo niegues. — se ríe y yo me tapo la boca para no gritar. — Bueno, ya, deja de huear, si voy a salir contigo.

Muerdo mi dedo pulgar atenta a lo que dice.

— ¿El viernes? Si, creo que estoy desocupada. — me rio bajo y me tapo la boca. — Entonces nos vemos el viernes, que duermas bien.

Escucho unas cuantas palabras tiernas y luego ella se queda en silencio, sonrío apoyada en la pared y pego un salto cuando ella abre la puerta.

— Las cagai pa' ser sapa. — me dice y me rio levemente.

— Sorry. — se va a la cocina y la sigo por detrás. — Así que... ¿Te gusta el Clemente?.

Me mira seria y aparta la mirada sirviéndose agua.

— ¿Eso es un sí?. — le pregunto.

— Eso es un cállate y deja de meterte en mis hueás. —ruedo los ojos y me acerco a ella por detrás.

— Ay, Natalia, por la chucha, si ya te dije que fue por tí que hice esa hueá, no entiendo por qué te enojaste tanto.

— Yo tampoco sé. — la miro.

— ¿Qué?.

Tradúceme Ésta [Ben Brereton] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora