13.

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UNA SEMANA DESPUÉS.

Me arreglo la mascarilla entrando a la universidad. Hoy tengo una clase presencial y estoy un poco nerviosa, cuando salió la noticia que hizo que me echaran, mis compañeros de la U intentaban de todo para hablarme y acercarse a mí, yo la verdad no los pescaba pero insistían tanto que me aburrieron y terminé mandándolos a la chucha.

Camino por la U mirando los pasillos, está vacía. A lo lejos veo unas cuantas personas y me doy cuenta que son los estudiantes de medicina entrando al laboratorio.

Me faltan unos minutos y llego a la sala, entro y solo hay dos personas. Por el tema del aforo, vendrán solo quince personas hoy y quince personas más en unos días. Quedan veinte minutos para que inicie la clase y el profesor aún no llega.

Me voy al final de la sala sentándome lo más lejos posible de los que están dentro. Me quedan observando y saco mi celular revisando mis redes sociales.

Ben no me responde desde anoche, se supone que después del partido volverían a Chile, pero al perder, los mandaron cada uno para su casa, por lo que Ben debe estar viajando a Inglaterra en estos momentos.

Acepto solicitudes de seguimiento en Instagram y comienza la lluvia de likes y comentarios, hace como tres meses tenía mil doscientos seguidores y ahora tengo casi cincuenta mil. Hace unos días puse mi cuenta pública pero fue un caos, me escribían muchísimas cosas, cuentas fakes y cuentas reales, a algunos no los pesqué pero habían otros que les contesté de mala manera por que ya el odio y el acoso era demasiado.

Se acerca uno de los chicos que estaban cuando llegué, anda con jeans negros y una polera blanca con una chaqueta de cuero encima. Lo miro y alzo una ceja.

— ¿Tu eri' la mina que se comió con el Brereton?. — apoya sus brazos en mi mesa y asiento.

— Sí, ¿Por qué?. — me cruzo de brazos mirando como las otras dos minas se acercan.

— ¿Es igual de mino que en las fotos?. — me pregunta y una de ellas lo empuja riéndose. — ¿Qué? Pero si está rico el culiao, po'.

— No, es mucho más mino en persona. — el se ríe y una de las minas me mira.

— ¿Y son simpáticos? Caché que tu trabajai con ellos, ¿No daban problemas?.

— No, no, son la raja, la mayoría son super buena onda, siempre andan tirando la talla y todo, pero igual no falta el pesado del grupo. Y ya no trabajo con ellos. — vuelvo a revisar mi celular y aún no tengo respuesta de Ben.

—¿No? ¿Por qué?.

— No puedo decirlo, lo siento. — le sonrío y veo que van llegando más alumnos.

El Lasarte me hizo firmar un papel de confidencialidad cuando me echó, así que no puedo decir por qué dejé de trabajar ahí.

— Puta, que paja, igual se notaba que era piola el trabajo, ¿O no?. — me pregunta el mino.

— Sí, era piola, y se pasaba bien.

— Txu, si nos dimos cuenta, te comiste con todos po' ¿Como no la vai a pasar bien?. — comenta un hueon que está atrás de los que me hablaban y alzo una ceja en su dirección.

— ¿Disculpa?.

— Diculpada. — me dice y se sienta en la silla que está al frente mio. — Pero no te hagai' la santa, ya no te sale.

Ruedo los ojos ignorando lo que dice y los tres que me hablaban se van a sentarse a sus lugares cuando llega el profesor.

*****

Tradúceme Ésta [Ben Brereton] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora